Los hermanos Vicente y Fermín Bernad, propietarios de la firma Estudio 2000, mercantil que hasta ahora había comercializado la marca Puma han llegado a un principio de acuerdo con un centenar de sus trabajadores miembros de la plantilla ilicitana para el pago de las indemnizaciones por despido tras haber perdido la licencia de la marca deportiva alemana, según pudo saber este diario de fuentes próximas a las negociaciones.

Con este principio de acuerdo, no sería necesario presentar, según estas mismas fuentes, un expediente de regulación de empleo, tal y como la empresa había anunciado a los integrantes de su plantilla. Aunque ayer no trascendieron de forma concreta los términos del acuerdo, todo parece indicar que las indemnizaciones pactadas no serán las que marca la legislación actual para las rescisiones de contrato por causas objetivas, sino que se acercarían más a las indemnizaciones por despido improcedente, aunque sin regirse exactamente por esos mismos parámetros.