Entre libros, rotuladores y bañadores, casi 2.000 niños ilicitanos han iniciado los cursos de las escuelas de verano que, este año, se imparten en 35 colegios de la ciudad y sus pedanías. Con estos ingredientes, estos pequeños de entre 3 y 12 años podrán repasar las lecciones de sus cursos y prepararse para el que viene, aprender valores como el respeto al medio ambiente y divertirse con los juegos de agua y las excursiones a las piscinas municipales.

Jaime Pastor, organizador de los programas ideados para cerca de dos millares de alumnos, explica que el objetivo es "combinar el aspecto lúdico y educativo" para que, además de jugar, los niños mejoren su formación. Por eso, considera que este tipo de cursos están dedicados a padres que tengan que trabajar o a aquellos que quieran complementar la educación de sus hijos. Con términos parecidos se expresa la coordinadora de los talleres del colegio El Palmeral, Diana Hernández, antes de añadir que, a pesar de que algunos están cansados por el trabajo de todo el año, casi todos "se portan muy bien". Y así lo demuestran Alejandro y Adrián, dos pequeños de 10 años que, aunque reconocen que les cuesta cumplir "algunas obligaciones de la "seño"", se aburren menos que en casa y disfrutan con sus amigos.