"El ciudadano debería poder elegir de manera directa a su alcalde"

La Fundación Ciudadanía y Valores, una plataforma de debate político no partidista, le propuso hace dos años iniciar una investigación sobre el sistema electoral español. Martínez-Pujalte se ha centrado en las elecciones municipales, al Congreso, al Senado y al Parlamento Europeo, y el libro trata de ofrecer una reflexión de cómo han funcionado los sistemas electorales españoles hasta ahora, así como sus posibles mejoras.

¿Qué cambiaría en los comicios a la Cámara Baja?

Las elecciones al Congreso de los Diputados han funcionado bien en líneas generales, pero la distorsión más importante que se produce es que hay una posición de ventaja de los partidos nacionalistas sobre los partidos minoritarios, lo que hace, por ejemplo, que, con el mismo número de votos, PNV saque cinco escaños y UPyD, uno. Se castiga que los partidos tengan más disperso el voto. Aquí propongo una reforma que sería establecer una circunscripción nacional de 50 diputados además de los de las provincias. En segundo lugar, ahora mismo se da una sobrerrepresentación de las provincias menos pobladas, con lo que un voto en Soria vale cuatro o cinco veces más que uno de Madrid. Lo que propongo es reducir a uno el mínimo de diputados por provincia, de manera que sea más equitativo. Si fuera así, a Alicante le correspondería un diputado más que ahora.

¿Y qué reformas cabe acometer a nivel local?

Aquí es más importante, más urgente su abordaje. El sistema electoral municipal no es razonable. Hay que ir a un sistema de elección directa del alcalde por parte del ciudadano, de manera que la noche de las elecciones sepamos quién va a mandar durante los próximos 4 años. Así se evitaría que haya transfuguismo, mociones de censura o pactos de partidos. Para ello una posibilidad sería establecer una segunda vuelta.

¿Pero cree que los partidos políticos se pondrían de acuerdo en una cuestión como ésta?

Para apoyar que haya una elección directa del alcalde creo que sería fácil que hubiera un acuerdo entre los dos grandes partidos, ya que el problema del transfuguismo preocupa mucho a ambos.

Las críticas al funcionamiento del Senado no son nuevas. ¿Qué cambios propone realizar aquí?

Es muy clara la impresión que se tiene del Senado de que es una institución superflua. La gente así lo percibe. A mi juicio es muy urgente corregir el sistema electoral que se sigue para el Senado. Hay que conseguir que esta Cámara sea lo que dice la Constitución: una Cámara de representación territorial. Para eso debería ser una cámara de las comunidades autónomas, y aquí los senadores deberían ser elegidos por los parlamentarios autonómicos y no directamente por los ciudadanos. Así, el Senado sería un verdadero representante de las comunidades autónomas.

Por tanto, ya es hora de que se reformen algunos de los pilares fundamentales de la Ley Electoral...

La Ley Electoral ha cumplido 25 años y en los aspectos esenciales no ha habido cambios, es decir, desde el principio de la Democracia mantenemos prácticamente la misma normativa. Hace dos años se creó una subcomisión en el Congreso para estudiar las posibles reformas del sistema electoral. Lo normal sería que antes de concluir la legislatura emita un informe con una propuesta sobre la reforma. Lo que sí creo es que antes o después llegará esa reforma para cambiar la elección en el Senado, pero para eso antes hay que cambiar la Constitución.

Listas abiertas ¿sí o no?

Soy poco partidario. Además, hay muchas posibilidades dentro de las listas abiertas: que el elector altere el orden de la lista, que tache algún candidato... Creo que las listas abiertas no funcionan ya que la gente suele votar a las personas que propone el partido. Y esto se ve en las listas del Senado. En otros países se ha aplicado y la experiencia nos dice que apenas se utiliza. No es una cuestión de madurez democrática, porque al final lo que se elige es un programa político y que gobierne el PP o el PSOE.