Desde ayer, el Parque Municipal está irreconocible, se ha cargado de las realidades de un proyecto que sorprende desde el mismo instante en que rompe la armonía de las palmeras con el murmullo del artes... ése que proviene de firmas, estilos y generaciones diferentes, ése que llega como homenaje a la vida y a la obra de Miguel Hernández, y ése que convierte el paseo en una aventura de imágenes y razones, siempre en blanco y negro. De los 51 artistas plásticos que harán realidad el domingo (12 horas, Centro de Congresos) el proyecto expositivo "La memoria en el laberinto", unos 30 han empezado su trabajo al aire libre, entre las miradas de los turistas y visitantes, que se entremezclan con los matices y las formas de las obras de grandes dimensiones. Esta "pinacoteca en blanco y negro", como gusta llamarla el comisario de la exposición, Eutiquio Estirado, ha reunido nombres, hombres y mujeres del arte, que conversarán sobre su quehacer y sus guías a la hora de crear... y hablarán también sobre el poeta de Orihuela, porque a él le van a dedicar su esfuerzo y su compromiso con la vida y el arte de entenderla. Reencuentros de viejos conocidos, nuevas amistades, aprendizaje y evolución, para un proyecto calificado de increíble. Hoy y mañana, los paseos por el parque seguirán siendo diferentes e importantes... los pintores continuarán creando y escuchando a todo aquel que se pare a verlos y contemplar cómo trabajan.