El concejal de Sanidad, Carlos Ávila, presentó ayer la enésima campaña que el Ayuntamiento pone en marcha para evitar la presencia de excrementos de perro en las calles y zonas verdes de la ciudad. "La situación ha mejorado, pero sigue siendo una signatura pendiente. Contamos con la colaboración de la Concejalía de Limpieza, con una moto adaptada que lleva un aspirador y con 135 sanecanes, además de las sanciones que impone la Policía Local y que pueden alcanzar los 120 euros de sanción".

El objetivo de los responsables municipales es sensibilizar a los dueños de animales para que tengan una actitud responsable. Para ello se han editado posters, se han impreso 3.000 folletos, se distribuirá información a través de la web municipal y se instalarán mupis y traseras en los autobuses.

El edil de Sanidad reconoció las dificultades existentes para que los agentes de la Policía Local puedan imponer sanciones a los infractores, ya que es difícil sorprender a estos "in fraganti". De hecho, el pasado año únicamente se impusieron diez multas. "Además, estamos barajando la posibilidad de realizar inspecciones con agentes de paisano, con el fin de intentar que las calles permanezcan limpias".

Los dípticos que se han editado para esta campaña presentan en su reverso otro eslogan bajo el título "+coco -caca" y en el mismo se recuerda a los propietarios de perros cómo deben utilizarse los sanecanes instalados en la vía pública". Carlos Ávila indicó que no existe un censo exacto del número de perros existentes en la ciudad, pero calculó que puede haber entre siete y diez mil animales, de los que buena parte de ellos viven en las casas de campo del término municipal.