VA CAMINO DE CONVERTIRSE EN UNA TRADICIÓN que los alumnos de los institutos, sobre todo los de la zona centro de la ciudad, aprovechen sus últimos días de clase o primeros de vacaciones para darse un remojón en las fuentes de la plaza del Palacio de Altamira. La accesibilidad que presentan las mismas, el calor de estas fechas y el compartir en grupo la alegría por la tan esperada llegada del final del curso, invita, casi de manera inevitable, como se muestra en esta imagen tomada ayer, a remojarse y jugar con los amigos en los chorros que de manera intermitente emanan del suelo.