Fatales consecuencias tuvo la nevada de 1960 en Elche. El brusco descenso de las temperaturas que se registró en los primeros días de enero de ese año provocó la muerte de un hombre de 56 años en el campo. Según relatan las crónicas de la época, la desafortunada víctima se encontraba en la zona conocida como el Molino Nuevo y murió a causa del frío, ya que varias partidas ilicitanas quedaron incomunicadas durante días. El fallecido era Jesús Lozano Mellado, un vecino de la localidad murciana de Fortuna que residía en la zona de Carrús, y que fue encontrado sin vida días después de la letal nevada.

Las anotaciones del colaborador local del Servicio Meteorológico Nacional, Francisco Agulló, indican que la nevada se inició el 11 de enero a las 13.18 horas, registrándose una temperatura de o,5 grados bajo cero y que las precipitaciones concluyeron sobre las 17 horas, alcanzándose en la ciudad un espesor de tres centímetros de nieve.

Las páginas de INFORMACIÓN se hacían eco de los problemas de tráfico a causa de la nevada en la carretera de Aspe, de las dificultades para que llegase la prensa nacional desde Madrid y Barcelona, de las interrupciones en las comunicaciones telefónicas o de los daños en la "botánica local" y en la agricultura ilicitana.

Recoge Agulló Marco en su cuaderno que las partidas del norte del término municipal quedaron incomunicadas entre el 11 y el 16 de enero, y que hubo lugares en los que la nieve alcanzó el metro y medio de altura, como en la zona del Ferriol, Santa Ana o Vallongas.

La ventisca no sólo afectó a la ciudad, sino también a la provincia y al resto de España al descender de golpe las temperaturas del orden de los 15 grados, lo que provocó cortes en las comunicaciones por carretera y por ferrocarril y bloqueo de coches y camiones en las carreteras del interior de la provincia. En Xixona también murió helado un conductor que cayó a un ribazo y en Elda hubo de llevar un féretro sostenido por cuerdas para evitar que los portadores resbalaran y cayeran al suelo.

Sin embargo, la del 60 no es la única y gran nevada del siglo XX. También se registró este mismo fenómeno meteorológico en la ciudad seis años años antes, concretamente el 3 de febrero de 1954, continuando la nevada al día siguiente durante cerca de cuatro horas. La idea de la intensidad de la ventisca la dan las múltiples imágenes que los ilicitanos captaron en distintos puntos del casco urbano, donde tanto la Plaça de Baix, como el Parque Municipal, el Huerto del Cura o la ladera del río mostraban un impresionante manto blanco. En esta ocasión, en la que, además, nevó en Alicante capital y en los pueblos de la Vega Baja y en Santa Pola, la nieve alcanzó los diez centímetros de altura y no hubo que registrar desgracias personales.

También nevó en Elche en diciembre del 62, en enero del 81, en febrero del 83, en enero de 2006 y en enero de 2009, aunque en estas fechas los copos se diluyeron al caer sobre el suelo y privaron a los ilicitanos de las idílicas estampas de otras épocas.