Su pasión por la literatura infantil corre por sus venas. Y, aunque el magisterio ha formado parte de su vida, le ha servido para conocer de cerca las preocupaciones que viven los niños, para después abordarlas en sus libros como contexto de diversas aventuras de la infancia dirigidas a los niños. Así Juan Clemente, mediante la reflexión de todo tipo de problemas sociales ha conseguido ganarse a un público no sólo infantil, sino que también al adulto con las que ha recibido decenas de reconocimientos. "Tus ojos entre cerezas" es su última novela que presentará en el CEU el próximo martes a las 20 horas.
"Tus ojos entre cerezas" es su libro infantil número 14. ¿ Con qué nueva historia sorprenderá esta vez a sus lectores?
El marco en el que se desenvuelve el libro hace referencia a la vida escolar de los niños, las pequeñas aventuras de la infancia, excursiones, enamoramientos infantiles, hazañas más o menos cómicas. Y el fondo que yo quiero trasmitir no solamente a los niños, sino que también a los adultos es la separación conyugal. En un segundo plano, trato la intolerancia racista y de manera más alejada la inmigración y la pobreza.
¿Cómo ha enfocado estos temas sociales tan complicados, a veces de entender, para los niños?
Como siempre los trato de manera muy suave con un niño como protagonista que vive con su madre porque sus padres están separados. Con esta historia pretendo trasmitir a la sociedad la inseguridad que siente un niño al vivir estas situaciones, la indefensión de los más pequeños. Y todo siempre con una gran delicadeza y sensibilidad dando pinceladas y haciéndoles pensar sobre unos temas que contribuyen a su formación.
Los problemas sociales se han convertido en el contexto de la mayoría de sus publicaciones, ¿qué le ha inclinado a tratar estos temas?
He sido profesor toda la vida y he observado mucho a los niños que cuando han vivido la separación de sus padres se les nota muy inquietos y se les cae el mundo encima.
Una separación, inmigración, pobreza, son el argumento de un libro infantil que también podría interesar al lector adulto.
Precisamente la literatura infantil se encasilla con este nombre porque los principales destinatarios son los niños. Pero a cualquier persona que lea un libro bueno le tiene que importar poco a quien vaya dirigido. Una persona puede disfrutar de la lectura con todo este tipo de literatura.
Pese a que su actual obra se trata de una novela, los versos vuelven a ocupar parte de las líneas de su libro. ¿Pretende aportar una dosis de didáctica también a través de la poesía?
El que escribe siempre pretende, si no enseñar, trasmitir algo de su inquietud. Con los versos pretendo trasmitir una sensación de alegría interior y dar una esperanza en la vida que mueva a los niños a actuar.
El índice de lectura en España entre los jóvenes es uno de los más bajos de Europa, ¿cree que hay una falta de buena literatura infantil para asentar los hábitos entre los más pequeños?
Es el eterno problema, en la escuela los niños leen mucho, pero cuando llegan a casa si los padres no tienen un hábito los hijos tampoco. Es cuestión de educar desde el nacimiento. Las publicaciones infantiles no paran de crecer, pero lo que influye el ambiente de lectura de alrededor del niño.
Ha sido maestro durante toda su vida, ¿qué le produce mayor satisfacción enseñar desde las aulas o mediante un libro?
El magisterio ha sido toda mi vida. La literatura es algo visceral que llevo dentro y no puedo renunciar a ella. Cuando saco un libro siento algo similar a cuando se tiene un hijo. Me quedo con la satisfacción propia de ver que he ayudado a gente a engancharse a la lectura o que los niños aprendan a leer o mis poemas sean recitados en las clases.
Después de escribir dieciséis libros durante tres décadas y recibir importantes premios, ¿en qué momento de su trayectoria literaria se encuentra?
Estoy terminando una recopilación de toda la obra de Raúl Torres, un escritor de Cuenca. En literatura infantil estoy preparando otra publicación de versos. En teatro también estoy esperando otra obra que tiene que salir, la de "Pulgas pulgonas". Mientras pueda seguiré escribiendo.
