­El presidente de la Asociación de Vecinos de San Antón, Daniel Rubio, no encontraba las palabras para definir lo que había presenciado en el pleno. «Nos hemos quedado de piedra con lo que hemos oído», fue su conclusión. Rubio, como otros vecinos que se acercaron ayer al Ayuntamiento, salió de las dependencias municipales envuelto en una sensación de confusión, sorpresa e incertidumbre. «Los vecinos siempre hemos tenido una actitud colaboradora con todas las administraciones públicas. Este es un proyecto grande y complejo que requiere de la implicación y el apoyo de todos. Estamos en la recta final, pero no se puede hacer política con las viviendas que todos estamos esperando y no quisiéramos, como ya reflejan las encuestas, que los políticos se conviertan en el tercer problema para los ciudadanos», indicó.

El representante vecinal dijo entender que lo que el Ayuntamiento le ha planteado al IVVSA «no es un aprovechamiento o cesión de suelo, sino el traslado de unas dependencias y unas zonas verdes de un lugar a otro. Esa petición podía haber sido presentada como alegación al plan de reforma. Yo no veo que aquí haya aprovechamiento urbanístico y no tenemos ninguna constancia de que el Ayuntamiento pretenda quedarse con noventa viviendas. Si fuera así no lo vamos a consentir», comentó.

En relación al escrito de la directora general de la Vivienda reclamando del Estado 1,9 millones de euros, Daniel Rubio señaló que «nos tendrá que explicar qué significa eso. Supongo que será una previsión de gasto».