El Festival de Teatro Escolar de Elche sigue vivo, o muy vivo, según se mire, si se tiene en cuenta sus 30 ediciones sin desfallecer "trabajando por la comunicación, la expresión y la socialización de los alumnos y alumnas" a través del mundo escénico. "El certamen es un escaparate de lo que se está haciendo en los colegios e institutos, aunque la Administración sigue sin considerar la dramatización como algo importante. Sólo gracias a las APA los talleres de teatro pueden realizar un trabajo muy importante que redunda en la formación del niño y del joven", explica Juan Alberti, presidente de la Asociación de Teatro Escolar (ATE) de Elche.

Desde ayer, con el grupo de la Sala Tramoia (con escolares de 9 a 12 años) y el montaje "La caja de Pandora", y el IES Antonio José Cavanilles, de Alicante, y su obra "Escuela de amor" se levantaba el telón del certamen que ya no bajará hasta el 26 de mayo, con las representaciones del centro de Adultos Mercè Rodoreda y el IES Misteri d'Elx.

Por las tardes, a partir de las 18 horas, el escenario verá como se entremezclan historias originales y textos adaptados donde conviven imaginación y realidades, aventuras, historias de hadas, brujas y episodios fantásticos... y junto a ellos, problemas adolescentes, primeros amores y un homenaje a Miguel Hernández. "Lo importante no es crear actores, si no que vean en el teatro una vía de formación personal", añade Juan Alberti. Durante las 14 jornadas del festival, los protagonistas serán 31 grupos, con 500 actores, procedentes de 16 centros, "y unos 6.000 espectadores como testigos de excepción". La clausura llegará el 27 de mayo, a las 10.30 horas y en el Gran Teatro, con la representación del espectáculo "La vuelta al mundo en 80 cajas", de la compañía vasca Markeliñe. El Festival de Teatro Escolar, de cuyo cartel se ha encargado este año Juan Llorens, "sale adelante con un presupuesto de 3.000 euros, del total de 34.000 que tenemos para las actividades que organiza la ATE a lo largo del año, como la programación de espectáculos escolares y familiares durante el curso, los cursillos de profesores, la adquisición de bibliografía y música, y el propio certamen. Para todo ello, contamos con la ayuda, sobre todo, del Instituto Municipal de Cultura, y también de Caja Navarra", concluye Juan Alberti.