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Ocho ilicitanos integrantes del grupo antimilitarista Tortuga formarán parte de los 400 ecologistas de toda Europa que participarán a partir del próximo lunes en el bloqueo al acceso de una fábrica de armamento nuclear en la localidad inglesa de Aldermaston, a 80 kilómetros de Londres.

Según el colectivo, en esa factoría se desarrollan cabezas nucleares de la nueva generación de los misiles Trident.

"Cada uno de estos misiles tiene un alcance de 11.300 kilómetros y porta doce cabezas nucleares con plutonio, con una capacidad ocho veces superior a la de "Little Boy", la bomba lanzada sobre Hiroshima el 6 de agosto de 1945", han indicado.

El Gobierno británico informó en 2007 que este proyecto tendrá un coste económico de unos 20.000 millones de libras (23.000 millones de euros), aunque los ecologistas de Greenpeace estiman que será cinco veces más caro.

Además, han apuntado que "supondrá un incumplimiento del Tratado de No Proliferación Nuclear, el cual establece en su artículo VI el compromiso de los Estados nuclearmente armados de reducir su arsenal".

Uno de los miembros de Tortuga que participará en el bloqueo, Paco Muñoz, "será un gasto brutal que supondrá retraer otras partidas, como las de Sanidad o Educación y, por supuesto, se trata de una fábrica altamente contaminante".

"Es un peligro para todo el mundo y, como cualquier injusticia social, no es asunto sólo de las personas a las que afecta más directamente", ha aclarado.

Por todo ello, los manifestantes, reunidos en Inglaterra desde el 12 de febrero, tienen la intención de bloquear todas y cada una de las siete entradas de la fábrica con el fin de evitar que los empleados acudan a sus puestos de trabajo.

"Será una acción de desobediencia civil. Nos dividiremos por grupos y cada uno definirá su propia técnica de no violencia, como el uso de cadenas o barriles con hormigón", ha señalado Adrián Vaíllo, otro de los ilicitanos que participará en la actuación.

Saben que la policía les estará esperando, ya que el bloqueo se ha hecho público en Reino Unido.

"No nos preocupa la fuerza bruta porque las autoridades inglesas no son famosas por su violencia", ha afirmado Vaíllo, quien ha puntualizado que, en cualquier caso, asumirá las posibles consecuencias porque su conciencia y moral "están por encima de la ley, aunque lo que están haciendo ellos tampoco es muy legal ya que están desobedeciendo la Legislación de Desarme Nuclear".

Por si acaso, el equipo viaja con su grupo de abogados experto en este tipo de actuaciones.

"Creemos que, como mucho, nos impondrán sanciones económicas. Sin embargo, por si acaso, hay que saber el nombre de las personas que te rodean en el bloqueo para, si resultan detenidos, informar al equipo legal de su situación", ha continuado.

En España no existen fábricas de armamento nuclear aunque, como explica Muñoz, "por Gibraltar pasan submarinos atómicos y a saber qué habrá dentro de la base de Rota".

"En este país no es legal la fabricación armas nucleares, pero la verdad es que aquí se han construido muchas de las pistolas que alimentan las guerras en África", ha advertido.

En cuanto a la futura ubicación del nuevo cementerio de basura nuclear en España, desde Tortuga lo tienen claro: "Si es tan poco peligrosa como afirman desde el Gobierno, que la almacenen toda en La Moncloa o en La Zarzuela".