Manejar el ordenador para navegar por Internet con la mente ya es posible. Investigadores de la Universidad Miguel Hernández lo están haciendo realidad en un proyecto que, aunque todavía sea primitivo, permite aventurar por dónde irá el futuro.

Con sólo pensarlo, el usuario, sin necesidad de tocar el ratón o escribir en el teclado, puede ya desde buscar en Google hasta crear un archivo o abrir carpetas. Son procedimientos sencillos que tienen que ser perfeccionados y que requieren un cierto tiempo y paciencia, pero que no son utopías, al menos en el campus de Elche, donde se está llevando a la práctica.

"No es magia", indica Eduardo Fernández, uno de los dos investigadores principales, junto a José María Azorín, que forman parte del equipo de una docena de personas que desde hace dos años está inmerso en este proyecto.

Azorín explica que el sistema "se basa en controlar un ordenador para navegar a través de Internet utilizando la actividad cerebral". Para ello, el usuario debe colocarse un gorro con dieciséis electrodos conectados a su vez a un sistema informático.

"Son electrodos que se colocan en la superficie del cerebro. Las señales del cerebro son amplificadas y llegan a un ordenador que las procesa y, mediante unos algoritmos, se determina en qué está pensando el usuario", explica Fernández.

De momento el sistema es algo complicado, pero lo importante es que puede abrir muchas puertas. Además de que por ahora debe colocarse un gorro del que salen al menos 16 cables -hasta hace poco llegaron a ser 64- y aplicarse un gel para que la lectura de la actividad cerebral sea más fácil, el sistema debe ser calibrado previamente.

Una vez completada esta tarea, podemos manejar el teclado o el cursor a través de unos comandos que aparecen en pantalla. El sistema informático reconoce por ejemplo la letra o el símbolo que estamos mirando. Lo identifica a través de la actividad cerebral, información que llega a través de la vista. A partir de ahí, el ordenador actúa en consecuencia.

Eduardo Fernández y Azorín señalan que hay muchos grupos trabajando en controlar acciones con el cerebro sin utilizar las extremidades, aunque pocos en esta aplicación concreta para moverse por Internet. En cualquier caso, resaltan que lo verdaderamente importante es que tenga utilidad.

"Queremos desarrollar un sistema que sea útil y fácil de trasladar a aquellas personas que lo necesiten, sobre todo discapacitados. Pero además nos gustaría que se pueda adaptar a las peculiaridades de personas dependiendo de su mayor o menor movilidad", puntualiza Fernández.

A partir de ahora los investigadores van a tratar de que todo el proceso, desde que se pone el "gorro de conexión" hasta que realmente se puede operar mediante señales cerebrales y buscar en Internet, sea lo más rápido posible. De hecho, en la prueba que la UMH realizó ayer fueron necesarios como mínimo veinte minutos para todo este proceso. Sin embargo, hasta hace poco los mismos científicos habían llegado a emplear horas en esta tarea, por lo que hay optimismo de cara a perfeccionar un sistema pensando sobre todo para personas que no pueden utilizar manos o brazos.