La Cátedra de Empresa Familiar se fundó en el año 2003 fruto de un convenio entre el Instituto de Empresa Familiar -que agrupa a las cien mayores empresas familiares españolas-, la asociación que representa a las de la provincia y la Universidad de Alicante ¿Qué tipo de trabajo se está haciendo desde la cátedra?

Fundamentalmente promovemos y dinamizamos actividades docentes e investigadoras a partir de este tipo de empresas de las que la provincia está bastante nutrida. De hecho, somos la única de España que tiene una asociación bastante potente y eso refleja la realidad de nuestro tejido empresarial.

- ¿Qué pueden hacer las empresas familiares en tiempos como éstos?

En primer lugar ser empresas, es decir, ser competitivas, lo que es algo común al resto de mercantiles. Pero además deben manejar muy bien su balance económico y social. Y en tercer lugar, intentar que el origen familiar no sea un problema, sino una ventaja, ya que a veces es fuente de litigios por cuestiones como las sucesiones, etcétera.

- ¿Qué fortalezas presenta la empresa familiar alicantina?

Los valores que representa la empresa familiar son lo más sólidos para afrontar una situación de crisis: porque hay un empeño personal; en un momento dado puede salir el capital de la familia para hacer de escudo; existe un vínculo personal con los empleados, donde se les conoce a éstos con nombre y apellidos; y a partir de ahí el reto es combinar lo tradicional con lo nuevo.

- ¿Hacia dónde deben caminar los sectores productivos tradicionales de la provincia tras tener que convivir con los desafíos de la globalización y la crisis financiera y de consumo?

Los sectores tradicionales que siempre han estado en nuestra provincia tienen que hacer una labor introspectiva y ver qué pueden ofrecer hoy en día, porque a veces la diferencia está en aspectos intangibles e inmateriales. Por coste no vamos a poder competir con Brasil o China. Lo que nos queda, y sabemos hacer, es reinventarnos y poner en valor el conocimiento de muchos años. Desde hace mucho tiempo sabemos fabricar calzado, pero cabe hacerlo ahora desde una plataforma de innovación, creatividad y diseño, valores que sí cuadran con los públicos contemporáneos.

- Defiende como línea aunar tradición y modernidad.

Sí, hay que apostar por el I+D+i, por la innovación en estos sectores tradicionales. Intangibles como la gestión de marca y de la comunicación son imprescindibles hoy en día para poder competir por ejemplo frente al precio.