El gerente de la Comunidad Riegos de Levante, José Manuel Miralles, será juzgado el próximo miércoles 20 de enero por un delito contra la protección de la flora y la fauna, tipificado en el Código Penal y por el que podrían condenarle a cuatro años de cárcel. En junio de 2005, la asociación ecologista Amigos de los Humedales del Sur de Alicante (Ahsa) denunciaba un desembalse de aguas en El Hondo que estaba afectando gravemente a las aves, en plena época de reproducción.

La Fiscalía actuaba tras la denuncia y fijaba la responsabilidad en el gerente, considerando que su actuación vulneraba la Ley de Conservación de Espacios Naturales, el Real Decreto que crea el Catálogo de Especies Amenazadas, el Plan Rector de Uso y Gestión de El Hondo y el decreto de la Generalitat por el que se aprueba el plan de recuperación de la Malvasía cabeciblanca. Este decreto prohíbe expresamente las actividades "que supongan una alteración del hábitat de El Hondo y, en particular, las que ocasionen un cambio brusco en los niveles de inundación en el periodo comprendido entre el 1 de febrero y el 1 de agosto". Casi cinco años después está previsto que se celebre el juicio en el juzgado de lo Penal número 1 de Elche.

El malestar entre los regantes es evidente. El gerente de Riegos de Levante podría entrar en prisión, cuando "la Comunidad lo único que hizo fue lo que viene haciendo desde hace 100 años, regar", expone su portavoz, Ángel Urbina.

El responsable de Ahsa, Miguel Ángel Pavón, que acudirá al juicio como testigo, asegura que "nosotros no acusamos a nadie, sino que denunciamos unos hechos que entendemos delictivos. Se desecó casi por entero uno de los embalses del parque en época de cría, cuando se podían haber esperado". Por ello, Ahsa se mantiene firme en su postura. "Independientemente de quien cometa el delito, nosotros tenemos la obligación de denunciarlo", expone Pavón.

Por su parte, Urbina destaca que Riegos de Levante cuenta a su cargo con profesionales para el mantenimiento del ecosistema, que potencia estudios de conservación y prevención de enfermedades toxicológicas y que El Hondo existe gracias a que los regantes elevan hasta allí aguas del Segura. Por último, Urbina señala que "confíamos en la justicia y estamos convencidos de que ésta pondrá a cada uno en su sitio".