Salvo que la cosa se anime en el último momento, este año los Reyes Magos tendrán más difícil saber en qué casas de Elche deben dejar regalos para los niños. A pocas horas de que los hogares empiecen a inundarse de juguetes, la venta de las típicas "atxes" de Elche está bastante floja. La crisis, que casi todo lo toca, ha acabado por afectar a los artesanos palmereros que venden las "atxes" que los niños deben quemar para indicar esta noche a los Reyes Magos donde viven, y dónde deben, por tanto, dejar sus regalos.

Una tradición local que estuvo a punto de desaparecer, pero que con el empeño de los palmereros ha ido ganando nuevos adeptos cada año. Una de las familias de palmereros que confeccionan las "atxes", los Serrano Valero, admitían que "este año la cosa está floja". El artesano Francisco Díez explicaba en el local ubicado en la plaza Rey Jaime I que "nosotros empezamos a venderlas el día 2 de enero y hemos abierto todos los días para que la gente viese que ya podían comprar "atxes" pero se han vendido con cuentagotas".

En el mismo sentido se expresaba ayer el vendedor de la plaça de Baix, Antonio Guilabert, que vendías las "atxes" que prepara la familia del palmerero Felipe Navarro. Guilabert aseguraba que "el año pasado en la víspera del Roscón de Reyes ya habíamos vendido bastantes y este año muy pocas, así que confiamos en que la venta se anime en el último día".

Las "atxes" son antorchas elaboradas con palma seca y recubierta con los cedazos que envuelven el tronco de la palmera y que se suelen eliminar con la poda. Una vez se ha envuelto las palmas con el cedazo se ata con un cordel y ya están listas para quemar.

Las "atxes" suelen empezar a elaborarse unos quince días antes de 5 de enero, cuando se queman, ya que habitualmente los artesanos tienen problemas con la lluvia y tienen que esperar a que los cedazos estén secos para preparar las hachas. La producción de esta antorcha ilicitana varía según la familia que las prepara. Por un lado, la familia Serrano Valero ha confeccionado un millar de ejemplares, mientras que la de Felipe Navarro ha preparado unas 3.000 hachas. El precio varía según el tamaño pero se pueden adquirir a partir de tres y cinco euros.

Después de varias décadas elaborando "atxes" este año la familia Serrano Valero ha presentado una novedad. Se trata de un ecológica, o así la denomina Francisco Díez. "Este año se me ocurrió hace algo diferente y he preparado unas hachas sin cedazo que yo llamo ecológicas porque harán menos humo" indicaba Díez.

Las "axtes" suelen quemarse en espacios públicos acondicionados como la plaza Rey Jaume I y en El Raval, aunque la tradición también se deja sentir en muchas zonas del campo de Elche.