A ritmo mayestático de Carmina Burana, Gioseppo abrió ayer las puertas de lo que se considera más que un nuevo centro de trabajo y que viene a representar sobre todo el inicio de una nueva aventura hacia una mayor expansión como empresa de calzado y moda desde Elche para el mundo.

La firma, impulsada por el tesón de la familia Navarro Pertusa, se vistió ayer por la tarde de gala para inaugurar por todo lo alto sus nuevas instalaciones en Elche Parque Industrial, en Torrellano.

Cerca de 400 personas se dieron cita en una celebración sencilla y novedosa, en un ambiente informal pero elegante, marcado en todo momento por la sensación de cercanía que se mantuvo con los invitados, lo que les hizo sentirse cómodos desde el principio y a los que se les abrió literalmente las puertas de lo que es ya un edificio de referencia en el parque industrial y en Elche.

Antes de los discursos, los asistentes fueron recibidos en la zona ajardinada, donde destaca una piscina ornamental que recibe amablemente al visitante, cliente y trabajador

Además de servirse una copa, la fachada de la nave acogió la proyección de una presentación de los responsables de hacer realidad este sueño, con un papel protagonista sobre todo a la familia Navarro Pertusa.

Seguidamente, se invitaba a todos a dejarse deslumbrar por el diseño, la imaginación, la sencillez y el buen gusto de una sede que rebosa vida por sus cuatro costados.

La actriz y modelo Laura Sánchez, que será imagen de Gioseppo en la nueva temporada, amadrinó la apertura oficial de este complejo. A la presentación no faltaron representantes de la Generalitat Valenciana, a través de la figura del director general de Industria, Bruno Broseta; del Ayuntamiento, su alcalde Alejandro Soler a la cabeza; de la patronal del calzado, Rafael Calvo, presidente de la Federación de Industriales del Calzado de España (FICE); de la Asociación de Industriales del Calzado de Elche (AICE) a través de su presidenta Rosana Perán; o de la Universidad Miguel Hernández, en la persona de su rector Jesús Rodríguez Marín, entre otros.

"Significa haber llegado a un momento de consolidación del negocio que nos va a permitir plantearnos muevas metas", señalaba ayer orgulloso José Miguel Navarro, quien añadía que esto "es fruto de mucha pasión, de mucho esfuerzo y supone una recompensa para mis padres".

Love Work Place, que así ha sido bautizada esta nueva nave, ubicada en la calle Marie Curie, cuenta con unas características que la hacen prácticamente un lugar de trabajo como pocos.

Con diez mil metros cuadrados, el centro está dotado de la última tecnología y está pensado desde el mayor respeto al medio ambiente. En este sentido la firma ilicitana se ha dotado de una sede que pasa por ser a la vez un gran almacén, un centro de trabajo abierto, un espacio de desconexión y un lugar de creación.

Entre sus características más llamativas se encuentra el hecho de que puede almacenar hasta 4 millones de pares de zapatos gracias a un silo robotizado de 32.000 m2 que permite tener una gran capacidad en un espacio limitado, un mayor rigor sobre los inventarios, e incluso trabajar de noche.

Las oficinas ocupan 3.000 m2 de espacio, tanto como el jardín exterior, mientras que tampoco se ha dejado de lado la tienda, un nuevo formato que se pretende vender a franquiciadores futuros.

Un bar, una zona para dormir la siesta, una sala polivalente de 500 metros cuadrados donde realizar eventos como un showroom son otros muchos de los elementos que completan estas modernas dependencias.

Gioseppo, empresa familiar ilicitana dedicada al diseño y comercialización de zapato casual para hombre, mujer y niño, presente en 35 países, se caracteriza por la apuesta que hace por los diseños atrevidos, aportando creatividad, colorido y calidad al calzado de cada temporada, algo que se ha trasladado completamente a este nuevo complejo.

Como se señalaba ayer desde el matrimonio Navarro Pertusa, quienes en 1990 dieron a luz esta firma, tras haber obtenido una valiosa experiencia de tres generaciones de zapateros, se ha creado esta sede, de la mano del equipo de arquitectos de Ricardo Miñana, para dar respuesta a la creciente demanda de clientes y mercados de la marca. Pero sobre todo, como remarcaba ayer José Miguel Navarro, antes de dar el primer paso inaugural para zambullirse en su "campo base", era el elemento necesario que posibilitará a Gioseppo convertirse "en una gran marca global".

Un ejemplo de edificio "verde" y autosuficiente

Junto a la modernidad ,Gioseppo ha apostado seriamente en su nueva sede por utilizar paneles solares, combinar del mejor modo los recursos hídricos, así como aprovechar la ventaja de la luz natural a fin de contribuir al ahorro energético.

Se trata en definitiva de un edificio autosuficiente que almacena más agua de la que consume, y recoge más energía de la que gasta. Para ello en el tejado se han instalado 2.000 m2 de placas solares. Y en una zona subterránea, aljibes capaces de guardar 200.000 litros de agua, a fin de poder regar con el agua de lluvia todo el año.

Además la luz natural alumbrará casi 4.500 m2 de zona de trabajo y de hecho, en algún apena planta apenas habrá que encender la iluminación artificial en toda la jornada laboral.