El proyecto de construcción del nuevo mercado de abastos del centro de Elche incluirá indemnizaciones para aquellos vendedores que no deseen participar en el mismo y a los que habrá que rescindir la concesión dada por el Ayuntamiento ilicitano con carácter vitalicio en este centro comercial municipal. La modalidad sería similar a la que en su día utilizó la Administración local ilicitana con los asentadores de la Lonja de Frutas y Verduras. La cuantía de las indemnizaciones, todavía por determinar, deberá incorporarse al coste del proyecto, que oscila entre los diez y los doce millones de euros, según las previsiones iniciales.

En un mes y medio deberá estar definido el número de vendedores que participarán, finalmente, en un proyecto en el que se contempla la construcción de un nuevo edificio, la realización de aparcamientos subterráneos y la instalación de una superficie mediana -se apunta que podría tratarse de un Mercadona-, en un punto estratégico del centro del casco urbano de Elche. El concejal de Fomento, Emilio Doménech, asegura que el Instituto de Mercados de Barcelona, organismo al que se le ha encargado la dirección del proceso, está trabajando en ultimar el convenio que se ha de firmar entre todas las partes implicadas.

El documento, según el edil, "está prácticamente cerrado y antes de final de año se celebrarán las asambleas de los propietarios de las concesiones municipales, de cara a aprobar el documento y ver quiénes continuan con el puesto en el nuevo mercado y quiénes no", señala Doménech, quien se muestra optimista y considera que se impondrá la línea de los vendedores que desean un cambio radical en el centro de abastos. En principio, la idea que se baraja es la de que se realice un referéndum entre los placeros del Mercado Central. "Antes de final de año se hará una asamblea para explicar el contenido del convenio y un primer avance del proyecto, se darán quince días de reflexión y se convocará una asamblea con una urna para que se vote la decisión".

Precio por metro

Quienes opten por desvincularse del proyecto deberán ser indemnizados por el rescate de la concesión. "Se está barajando la indemnización que habrá que pagar a quienes no continuen con el negocio", confirma el concejal de Fomento, quien, no obstante, afirma que no hay por el momento cifras, salvo los 1.500 euros por metro de puesto de venta y de almacén que tendrán que abonar los placeros que quieran ir adelante con el proyecto.

Sobre el contenido del mismo no ha habido modificaciones, los cambios se han producido en el continente, en el diseño del edificio, según subraya el edil ilicitano. "Sobre todo, debe haber cambios en la forma de integrar el edificio en el entorno". La idea inicial, recuerda el responsable municipal, era que se construyera sólo una planta en superficie, pero ahora no se descarta que la volumetría del inmueble pueda ganar una planta más en algunos puntos para hacerlo más atractivo. "Queremos que la construcción esté integrada en el entorno y que sirva para dinamizar y poner en valor el centro de la ciudad, porque, con esta actuación, se beneficia el propio mercado y el comercio del centro".

Por lo demás, todo sigue como fue concebido desde un principio, con un primera planta dedicada a la venta de los placeros, una planta en subterráneo destinada a la mediana superficie comercial y, a partir de ahí, almacenes y plazas de aparcamiento, dándose por hecho que se actuará en el subsuelo de la Plaza de las Flores, de ahí que no estén descartadas otras localizaciones, como el Paseo de la Estación, para albergar los puestos de venta que tendrán que salir del Mercado Central durante el tiempo en el que se acometan las obras de construcción del nuevo centro comercial de venta.

El Ayuntamiento ha descartado la opción del Centro de Congresos para instalar la carpa por considerar que este punto está demasiado alejado del punto de venta que hay en la actualidad en el Mercado Central.