Los vecinos del barrio de Carrús, en concreto los del entorno de la Plaza de Barcelona, pidieron ayer al alcalde, Alejandro Soler, la construcción de un aparcamiento subterráneo en la zona, así como que se mejore la limpieza de la vía pública y aumente la vigilancia policial en un espacio de gran actividad comercial, por encontrarse allí el mercado de abastos y la calle Diagonal, donde hay una gran concentración de establecimientos.

El fotógrafo sorprendió al regidor ilicitano haciendo cola en la parada del autobús urbano para desplazarse desde la zona centro hasta Carrús, algo que no figuraba en la agenda del primer edil ilicitano y, por tanto, no había sido hecho público a los medios de comunicación. Soler dejó aparcado el vehículo oficial, guardó su turno en la cola de usuarios y subió con total naturalidad al autobús, pagó su billete y se dedicó a conversar con los compañeros de viaje, mostrándose en todo momento cercano y receptivo con quienes le abordaron.

Ya en el entorno de la Plaza de Barcelona, una representación de la asociación de vecinos del barrio acompañó al primer edil ilicitano en un recorrido por el barrio en el que se le mostraron algunas de las cuestiones que reclaman los residentes en la zona.

La necesidad de una mejor y mayor iluminación, como un elemento de seguridad en la vía pública, fue una de las cuestiones expuestas al alcalde como una necesidad para la zona, así como un aumento de la presencia policial, algo que Soler se comprometió a solventar. "El Ayuntamiento está haciendo un gran esfuerzo económico en Carrús y los vecinos lo reconocen", aseguró, para añadir a continuación que "ahora, de lo que se trata es de que haya una mayor limpieza y más presencia de la Policía, que es lo que reclaman los vecinos".

Como no podía ser de otra manera, el primer edil aprovechó la visita al barrio de Carrús para recordar a los vecinos las obras que se están haciendo, así como comprobar de primera mano cómo están quedando. En este sentido, Alejandro Soler destacó "las inversiones en mejora de aceras y en jardines", tomando nota de la petición que le fue formulada para que se construya un aparcamiento subterráneo de promoción pública en esta zona de la ciudad, en concreto "en el entorno de la Plaza de Barcelona".

El regidor entró al mercado de abastos de la Plaza de Barcelona e intercambió opiniones con vendedores y compradores y demostró que ser alcalde no está reñido con buscar lo que casi cualquier mortal, la fortuna que pueda dar el azar del sorteo de la Once. Soler compró un número acabado en 38 y, rápidamente, se apresuraron a comprar un cupón a la vendedora que se encontraba a la puerta del centro comercial cada una de las personas que formaban parte del séquito del representante municipal.

La visita a Carrús se circunscribe dentro del circuito de reuniones que en los barrios está teniendo Soler para conocer los problemas y necesidades que le quieran trasladar los residentes en los mismos. Tras el recorrido por las calles de parte del barrio de Carrús, el alcalde se reunió en el centro social del barrio con aquellos vecinos que lo habían solicitado y que le trasladaron sus principales inquietudes para mejorar la calidad de vida en una zona de la ciudad que se ha venido quejando tradicionalmente por carecer de equipamientos y por tener una alta densidad de edificación y escasos espacios públicos y zonas verdes.

La relajación con la que el primer edil se paseó ayer por Carrús poco tiene que ver con la crispación que vivió hace un par de años en un barrio que lamentaba desatención y olvido por parte del equipo de gobierno municipal y que dio un notable voto de castigo a la candidatura del socialista en las últimas elecciones municipales.