El grupo municipal del PP se ha convertido en los últimos meses en una especie de paño de lágrimas donde personas sin empleo que consideran que el Ayuntamiento no les trata adecuadamente exponen sus problemas, a la búsqueda de algún tipo de ayuda económica y, en muchas ocasiones, consuelo ante la precaria situación en la que viven, en la mayoría de los casos con cargas familiares.

Cinco personas aguardaban ayer algún tipo de ayuda de la portavoz popular. A Pedro Antonio Gallego, vecino de Los Palmerales, no le importaba ayer relatar públicamente su desesperación al coincidir en el pasillo con los periodistas que se dirigían a una comparecencia pública del concejal Justino Delgado. "El problema es que tengo que mandar a mis hijos sin desayunar al colegio, porque no tengo ningún ingreso". Gallego trabajaba en la construcción como autónomo y hace meses que ha mordido las hieles del paro. "Me he apuntado en el plan de empleo municipal para personas sin ingresos y he pedido vales de emergencia, pero pese a que la concejal Vicenta Pérez se comprometió, no me los han dado".

Con tres hijos a su cargo, de trece, diez y tres años, Gallego afirma estar "al borde de la desesperación. Tengo una hija estudiando tercero de ESO en el Instituto Pere Ibarra, con una beca de 120 euros, y los libros cuestan 300 euros. Toda la vida cotizando y me veo ahora en esta situación".

Eduardo Esquitino se acerca a Gallego y también se lamenta. En su caso tiene una hija de ocho años. "Parece que no tenga derecho a la vida. Me han cortado la luz y el agua y me he tenido que ir a vivir con una tía. Mi mujer gana diez euros al día limpiando en una cafetería y por eso no tengo derecho a nada. Para los libros de mi hija tengo un bonolibro pero, aparte, he de pagar 215 euros y la Asociación de Padres de Alumnos me ha dado la facilidad de que pague diez euros a la semana".

Una mujer de La Hoya, con un niño de pocos meses, asegura que su situación es crítica al estar su marido enfermo. "Le han dado dos infartos con un cateterismo y estamos sin ningún tipo de ayuda económica", señala mientras Santiago Fernández, presidente de la Asociación Gitana de Los Palmerales, afirma que "los niños pequeños no entienden de crisis. Hay gente que no puede pagar el alquiler, el agua, la luz, que no tienen ni para cenar y desde el área de Bienestar Social se está trabajando muy mal".

Mercedes Alonso afirma que estas personas "nada tienen que ver con el PP. Esto ocurre todos los días y nos vemos impotentes. Estamos recurriendo a organizaciones de Elche para ver si se les puede dar alguna ayuda y nos duele el corazón con cada caso que escuchamos", dice la edil, quien señala haber ofrecido los libros de uno de sus hijos, "pero son distintos a los del centro en los que estudia esta chica".

Según la portavoz del PP "hay gente que no tiene para comer, que ha acudido en agosto a Bienestar Social y no les han llamado. El Ayuntamiento ha de resolver los problemas de los más necesitados, pero se dedica a comprar archivos de la memoria histórica".

Por su parte, la concejal de Bienestar Social, Vicenta Pérez, reconoció haber hablado con uno de los afectados y "dije que se le atendiera para ver si entraba en las ayudas de este mes o del próximo", y manifestó que se interesaría por los casos. "Hay que tener en cuenta que Bienestar Social no sustituye la falta de nóminas, da una ayuda de emergencia".