Beatriz Ramos ha optado en su propuesta "por crear una estrategia más que un icono", teniendo en cuenta la situación de crisis económica en la que se vive. Una noria plantea la arquitecta como "un proyecto social, una experiencia dinámica, que no se pasa de moda". La estructura estaría vinculada a la estación del tren, que se redefiniría y se trasladaría, dejando libre su espacio actual para otros fines. La noria sería "un observatorio con cabinas equipadas para admirar el Palmeral y hasta para poder cenar". En la base estaría la estación del tren, un restaurante y una sala de exposiciones. En la actuación se emplearían 16 millones de euros, 9,9 millones en el mirador y 6 millones de la reforma de la estación.