Gemma Peñalver se encuentra realizando un periodo de prácticas mediante convenio en el Hospital de Sant' Anna, en Como, y se ofreció voluntaria para formar parte de un equipo de especialistas de este centro sanitario, cuya Unidad de Psicología dirige el doctor Vito Tummino, responsable del equipo de Psicología de Emergencias de Italia. La colaboración de la licenciada ilicitana en la zona de Abruzzo afectada por el terremoto fue participar en la "organización de la disponibilidad del psicólogo para la atención a la gente. Nuestro equipo se ha dedicado, básicamente, a formar a otros psicólogos de la zona que acudieron a los pueblos afectados por el seísmo".

La función principal de un psicólogo es, en primer lugar, "estructurar el estrés postraumático de las personas afectadas. Después llegan las terapias en grupo. Así que el primer trabajo consistió en estar junto a los psicólogos para ofrecerles un curso de formación rápida, ya que ellos mismos también habían vivido los efectos traumáticos del terremoto".

Además, también hubo que prestar atención psicológica al personal de rescate, desde bomberos a voluntarios de emergencias, personal de Cruz Roja, etcétera. "Éstas son personas que han acudido a rescatar a personas con vida o a recoger el cuerpo de los fallecidos y que han vivido la experiencia con un mayor impacto. Hay que explicarles que sus reacciones son normales ante un acontecimiento anormal. Por eso, tienen que entender que es lógico que reacciones con miedo a entrar a las habitaciones, que se encuentren en un estado de alerta permanente o que tengan temor a encontrarse bajo un techo. La ansiedad y los problemas para conciliar el sueño, así como los ataques de pánico y la sensibilidad a cualquier movimiento de la tierra, aunque tal movimiento no exista en la realidad, son efectos habituales en estos casos".

La terapia, según explica Gemma Peñalver, se fundamenta principalmente en sesiones de charlas, compartir momentos y metabolizar lo sucedido. Para Gemma, afrontar una situación de esta gravedad, cuando el pasado año finalizaba los estudios en Elche, no ha sido, desde luego, nada fácil. "Cuando ves una situación como la que deja un terremoto como el de Abruzzo, lo primero que piensas es que puedes hacer algo por los demás. Te separas un poco de ti misma y te centras en el trabajo de ayuda", manifiesta.