García Antón se refería de esta manera al proyecto del Gobierno central para reordenar las demarcaciones hidrográficas de la Comunidad que prevé la creación de una cuenca diferenciada para L'Alacantí y la Marina Baixa, lo que impediría que estas comarcas recibiesen aportaciones del río valenciano.

Según el conseller, esta partición convierte el trasvase del Júcar en un proyecto "inviable económicamente", ya que serían los regantes del Medio y el Alto Vinalopó quienes deberían hacerse cargo en solitario de los gastos. "Sólo los costes de mantenimiento de las tuberías y su explotación -es decir, el coste de la energía eléctrica necesaria para elevar el agua- suponen 0,3 euros por cada metro cúbico. Los agricultores no pueden pagar ese precio si no se destina una parte a abastecimiento", afirmó el responsable autonómico de Medio Ambiente.

García Antón recordó que la ciudad de Alicante recibe agua de los acuíferos del Vinalopó desde hace más de un siglo y que todas las infraestructuras hidráulicas que se han hecho siempre han contemplado estas comarcas como una única unidad.