Objetivo cumplido. La victoria ante el Lleida (2-0) permitió ayer al Elche asegurarse su presencia en la promoción de ascenso a Segunda División Los goles de Nino y Gonzalo Verdú sirvieron para sumar los tres puntos y dejar claro que el equipo de Pacheta va en serio. Incluso, Lolo Plá cometido sobre Javi Flores, en el minuto 88.
Este conjunto franjiverde juega bien cuando está inspirado, pero sabe sufrir, como en la primera parte frente al conjunto catalán. Los argumentos futbolísticos van a más y, pese a que no ha dado para ser primeros, se alcanza la hora de la verdad en el mejor momento de la temporada. No cabe duda, que el ascenso no es una utopía.
En esa dinámica positiva destacar también el hecho de que el técnico burgalés haya comenzado a recuperar a futbolistas en el aspecto físico y en el sicológico, como ayer sucedió con Lolo Plá. Gran detalle de Sory Kaba cuando le cedió el lanzamiento de una pena máxima al punta emeritense, lo que demuestra que este Elche, por encima de todo, es un equipo.
Además, los franjiverdes aseguran la tercera plaza y lucharán hasta el final por la segunda frente al Villarreal B, que ahora tiene un punto más en la tabla. Quedan dos semanas para iniciar la batalla final y el duelo del Hércules en el Martínez Valero antes de cerrar la Liga regular en Olot. En el camino, tiempo para poner todavía la máquina más a punto para las seis finales que quedan para poder regresar a la categoría de plata.
La primera parte resultó sin mucho talento futbolístico y el gol de Nino decantó la contienda del lado franjiverde. El Lleida cerró bien las bandas haciendo inútiles los esfuerzos por desbordar de Collantes y Josan. Jugó en largo, tratando de hacer correr a los mediocentros franjiverdes y con su juego parsimonioso contagió el fútbol de los locales, que parecían tener claro que con el empate les valía para asegurar su presencia en el «play-off»En ese pulso se cayó en la dinámica aquella que afirma que dos no se pelean si uno no quiere. El Elche pecó de dejar ir el partido sin poner toda la carne en el asador ante un rival que parecía que no se jugaba nada en el envite.
En la época de Josico, a los rivales les valía con parapetarse atrás y esperar el error. Gerard Albadalejo, técnico rival, quizás buscó eso para decantar el partido de su lado, pero este Elche cuenta con otros mecanismos, en las antípodas de aquellos, que permitieron que equipos como Alcoyano o Sabadell esperaran su oportunidad y, seguidamente, dieran el picotazo.
Ante este equipo, basado en la solidez defensiva, lo lógico es que suceda lo contrario. Que una genialidad de unos de sus puntas abra el partido y que toda esa teoría del engaño esperando tu oportunidad se venga abajo, como le sucedió a un Lleida que necesitaba puntuar para entrar en el «play-off», pero que cada vez que pasó del centro del campo se diluyó como un azucarillo.
El Elche comenzó en plan dominador el partido, pero su control resultaba insulso porque a pesar de tener el balón no se sabía desbordar por banda y tampoco se llegaba al área de Diego Rivas. Los catalanes hicieron sufrir a los ilicitanos impidiendo que hicieran su juego, pero el conjunto franjiverde nunca perdió la cabeza. Con el paso de los minutos el Lleida, muy ordenado aunque lento a la hora de irse hacia José Juan, pareció que iba a dominar el duelo, pero sin chispa arriba. El Elche contaba con una marcha menos, sin intensidad y dispuesto a no cometer errores ante un rival que en teoría se estaba jugando más en el envite. Un golazo de Nino, en el minuto 41, desatascó ese primer tiempo del otro fútbol. El almeriense recibió un balón de Sory Kaba y metió el balón por toda la escuadra y puso el 1-0 en el marcador antes del asueto.
Tras el descanso, el Elche dio un paso adelante ante un Lleida sin alma y con el gol de Gonzalo Verdú todo quedó visto para sentencia. El central cartagenero remató de cabeza al fondo de la red un córner que botó Collantes. El conjunto ilicitano ya se vio ganador y pudo aumentar su cuenta goleadora si llega a tener un poco más de puntería en el área de Diego Rivas.
Por banda derecha, Collantes rompió una y otra vez al Lleida gracias a los pases en profundidad de Javi Flores, que salió en lugar de Nino, pero el marcador ya no se movió más, aunque existieron numerosas ocasiones para ello. Incluso, al final del duelo, pudo llegar el 3-0, pero el meta del conjunto ilerdense, en el 88, le detuvo un penalti a Lolo Plá.
