La botella se puede ver medio llena o medio vacía y, en estos momentos, el entorno del Elche apuesta por apreciarla medio llena. Es cierto que en los ochos partidos que lleva Pacheta en el banquillo franjiverde el equipo ha ganado sólo tres partidos y empatado cinco. Los números podrían ser mejores, pero también es verdad que es muchos de esos encuentros que terminaron con igualada, frente a Mallorca (0-0) y Valencia-Mestalla (3-3), por citar los dos últimos, debieron caer del lado del conjunto ilicitano y el Elche sumaría cuatro puntos más. La sensaciones están siendo muy superiores a los puntos sumados, aunque al final lo que valen en fútbol son los resultados y estos deberán ser mejores a partir de ahora si se quiere regresar a Segunda División.
Se hacen muchas cosas bien, pero también se cometen errores que hay que subsanar lo antes posible, conscientes de que los deslices en los partidos de «play-off» se pagan muy caros y, en la mayoría de las ocasiones, no tienen solución.
Solidez defensiva
Más goles en 15 minutos que en los siete partidos anteriores
La seguridad defensiva del Elche había sido calificada por Pacheta como motivo de «orgullo», pero en apenas 15 minutos todo saltó por los aires frente al filial del Valencia. En apenas un cuarto de hora, el Mestalla la puso en entredicho. Los franjiverdes recibieron más goles en quince minutos que en las siete jornadas anteriores. Desde la llegada del técnico burgalés, el Elche solo había recibido dos goles, ante Deportivo Alcoyano (1-1) y Ebro (1-1) y había logrado mantener su portería a cero ante equipos como Llagostera (2-0), Cornellá (3-0), Villarreal B (0-0), Formentera (0-1) y Mallorca (0-0). En ese cuarto de hora, Jordi Sánchez, Fran Villalba y Merentiel perforaron la portería del meta José Juan y tiraron por tierra una de las virtudes más elogiada de esta plantilla, su solidez defensiva.
Poder de reacción
Aprender de los errores y mirar para adelante sin temor
Con el 3-1 en el marcador, en el minuto 15, otro equipo hubiera bajado los brazos y se hubiera dicho adiós al partido. En esta ocasión, se supo bajar a la arena y resurgir con fuerza hasta conseguir la igualada con argumentos futbolísticos. Incluso, contó, en la segunda parte, con ocasiones para sumar los tres puntos. Lo de los primeros quince minutos no se puede repetir, el equipo no puede salir sin esa falta de concentración, pero, también es cierto, que la reacción fue de diez. El equipo supo volver a su idea futbolística de otros partidos y ponerse a jugar con la intención de darle la vuelta al marcador pese a las adversidades vividas hasta entonces.
Equilibrio
El equipo hace muchas cosas bien que debe potenciar
En el equilibrio está el éxito. En la plantilla franjiverde no pueden llegar ahora las dudas y se debe mirar hacia adelante conscientes de que las cosas que se hacen bien son muy superiores a las contrarias, aunque hay que corregir estas últimas. El dúo de centrales formado por Neyder y Gonzalo Verdú es uno de los mejores de la categoría. Pocos equipos tienen tres extremos desequilibrantes como Josan, Iván Sánchez o Collantes; lo de Manuel Sánchez es un lujo; Provencio está en su mejor momento de la temporada; Javi Flores, Nino... Sin olvidar a la línea delantera con un bonito pulso entre Benja y Sory Kaba, que ha vuelto a aparecer en el escenario.
Este Elche va a llegar en el mejor momento a la hora de la verdad y mientras tanto, la botella está medio llena. Ahora, hay que llenarla hasta arriba.
