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Análisis

El billete de la confianza

El Elche camina hacia el play off con paso firme consciente de que ganar al Mallorca puede darle el último empujón que necesita para creer en sí mismo

El extremo Josan, lanzado como el equipo franjiverde, trata de irse de Samu en el partido Formentera-Elche. Lof

La victoria ante el Formentera (0-1) no sólo ha roto con una mala racha lejos del Martínez Valero que duraba más de dos meses y medio sino que también ha servido para que el grupo se refuerce en la idea de que se está en el camino adecuado. El domingo, ante el Mallorca, existe el reto de superar a un rival de nivel que se ha paseado en esta Liga y que vive sus momentos más críticos. La victoria daría alas a los dirigidos por Pacheta.

Lo importante en fútbol es trabajar duro, corregir errores para no volver a repetirlos, creer en una idea y plasmarla en el campo. Pero, si todo ello no viene acompañada por resultados, vale para poco. De ahí que fuera vital ganar en tierras baleares al Formentera para convencerse con hechos de que con este grupo de futbolistas se puede llegar lejos. Del llamado «efecto» Pacheta, esa reacción que provocan todos los entrenadores cuando llegan a un sitio como nuevos, se ha pasado a tener un plan. Existe un estilo y los mecanismos para llevarlo a cabo.

Cada jornada que pasa el equipo nota que va a mejor, que los errores cometidos ante el Alcoyano o Ebro se minimizaron en Formentera. Se ha ido demostrando que existen argumentos futbolísticos para llegar al play off en el mejor momento del año y con posibilidades de todo, algo que hace mes y medio nadie hubiera apostado por ello. Queda el momento más importante de la temporada, en el que los pequeños detalles son claves, pero este Elche transmite confianza, el aficionado ha comenzado a creer que es posible porque las virtudes del equipo crecen con el paso de los encuentros. De ahí, que ganar al Mallorca pueda dar el billete de la confianza en que se puede conseguir el objetivo marcado.

Solidez defensiva

Los franjiverdes suman dos jornadas con la portería a cero

Pacheta comenzó la casa por los cimientos y primero buscó el equilibrio a partir de un buen sistema defensivo. El meta José Juan lleva 191 minutos sin recibir gol, desde que Javi Bolo le superara en el campo del Ebro. Dos partidos seguidos sin sacar el balón de la portería por primera vez en esta temporada. El mérito no es sólo de los defensas, que a medida que avanza la Liga están a un nivel más alto, sino del entramado de contención diseñado por el técnico, con Manuel Sánchez como hombre clave por delante del dúo de centrales. Sin olvidar al resto de compañeros que presionan como posesos en la recuperación de los balones como primera piedra del edificio franjiverde.

Jugadores como Provencio no habían corrido nunca en su vida tanto como hasta ahora dentro de un sistema que lo exprime cada partido al máximo. Su trabajo a veces no es vistoso, porque no se le ve como a Manuel Sánchez, ni cuenta con la lucidez con el balón de Javi Flores, pero ni uno, ni tampoco el otro, serían lo que son para el equipo sin el madrileño.

Competencia

Un grupo unido en el que todos van a ser importantes

Pacheta ha conseguido, en el poco tiempo que está aquí, convencer a sus jugadores de que todos van a ser claves a la hora de conseguir el objetivo. Cuando Javi Flores no está, como el domingo por tarjetas, ahí aparece Nino para mostrar su calidad. El almeriense sigue teniendo su protagonismo en las segundas partes y acepta su nuevo rol. Lo mismo ocurre con Edu Albacar, que, a pesar de que ha perdido presencia en el once inicial, cuando salta al campo, como el domingo en Formentera, deja claro que todavía tiene que decir cosas en su tarea de intentar regresar con el equipo a Segunda. Los egos personales han quedado enterrados en beneficio de un objetivo grupal y en esa tarea dos jugadores veteranos como Nino y Edu Albacar están dando ejemplo.

Desequilibrio

Ir a por los partidos a partir de los duelos individuales

El preparador franjiverde insistió el viernes en rueda de Prensa en que había pedido a sus jugadores que dieran el paso adelante. Que estaba muy bien lo de la solidez defensiva, también el tratar de ir a por los rivales con el balón como protagonista, pero había que quitar el miedo al error y buscar ganar las batallas individuales a los rivales en la línea de tres cuartos en la que los fallos tienen menos efectos dañinos. Con la presión por bandera, si el equipo es capaz de sacar lo mejor de cada futbolista en el plano ofensivo este Elche puede convertirse en un conjunto difícil de superar. El domingo se aprobó la asignatura del campo contrario, la del césped artificial... La próxima jornada espera la de competir con un rival de muchos quilates como el Real Mallorca. Superar esa batalla puede ser fundamental para ganarse el billete de la confianza.

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