Pacheta se ha ganado a la plantilla en una semana. Llega el momento decisivo de la temporada y el Elche ayer pareció otro, con defectos y virtudes, pero muy diferente al que se pudo ver con Josico.
El equipo hizo muchas cosas bien y este es el camino a seguir. Después de mucho tiempo en el laberinto de la incertidumbre y el desconcierto, la escuadra ilicitana volvió ser competitiva y solidaria; cada uno de los jugadores quiso asociarse con su compañero; todo el mundo trabajó como le indicó el técnico y los futbolistas respondieron a las acusaciones en la despedida del anterior entrenador sobre el césped, que es donde se demuestran las cosas.
Luego, tras el 2-0, Josan no se escondió y dijo que «el equipo necesitaba un cambio» y Javi Flores que «las maneras de irse de Josico no fueron las mejores», corroborando la desconfianza con el anterior técnico como también señaló el pasado jueves el capitán Gonzalo Verdú, cuando confesó que el Elche era un equipo con dudas.
Una muestra de esa rabia contenida y ese deseo de demostrar que esta plantilla tiene nivel para competir con los mejores fue cuando Nino marcó el 2-0, el que cerraba el partido. Hasta José Juan corrió al centro del campo a celebrarlo.
El gol en propia puerta de Lucas Viale, tras un centro de Josan, después de un gran pase de Javi Flores, en el minuto 50; y otro de Nino, después de una espectacular cabalgada del extremo crevillentino, cuyo centro luchó y recogió Benja para cederle el balón al goleador almeriense; decantaron una victoria justa y merecida del lado ilicitano.
Los franjiverdes se mostraron como un equipo competitivo, sólido atrás y que quiere jugar a algo, cosa que con Josico no ocurría. Al nuevo Elche de Pacheta le altó, en la primera parte, un poco de fluidez arriba, pero las dianas llegaron tras el descanso.
Hay mucho camino por andar, pero Pacheta se ha ganado a sus pupilos y todos están en la misma dirección que que el técnico burgalés.
Este Elche parece otro y sus jugadores aparentan estar liberados. Se ha dado el primer paso, pero por esta senda el objetivo estará más al alcance de la mano.
La imagen de los ilicitanos durante la primera parte, a pesar de no marcar, fue muy diferente a la de jornadas anteriores. El equipo sabía a lo que jugaba, trató de salir con el balón controlado, aunque faltó chispa en los últimos metros para inaugurar el marcador.
Pacheta apostó por un 4-1-4-1, con Javi Flores, en la posición que más le gusta, por detrás de Benja, Provencio más adelantado y liberado, y con Manuel Sánchez, al que el nuevo técnico ha recuperado para la causa después de estar defenestrado por Josico, por delante de Gonzalo Verdú y Neyder, dande el equilibrio al centro del campo.
Collantes por banda derecha hasta que se lesionó, e Iván Sánchez, por la izquierda, trataron de romper por los extremos. Javi Flores intentó buscar huecos para acercarse a Benja entre líneas, mientras que Provencio tuvo un par de llegadas al área rival, pero sus remates de cabeza se marcharon arriba. Lo trabajado durante la semana se vio reflejado sobre el campo.Los goles, tras el descanso
Nada más empezar la segunda mitad llegó el primer gol y, partir de ahí, el crevillentino se creció y mostró su velocidad y desborde delante de una afición que todavía no lo había visto jugar con ese desparpajo desde que llegó en el mercado de invierno.
La salida de Nino le metió otra marcha al juego y el almeriense hizo el 2-0, que dejó finiquitado el partido. A partir de ahí, pudo llegar alguno más, pero el marcador ya no se movió. Entre las numerosas ocasiones que tuvo el Elche destacó una de Iván Sánchez, tras un remate de cabeza, que sacó de la misma línea de gol un defensa.
Al margen de la victoria, gustó, por encima de todo, la forma de hacerlo. Este Elche es diferente y comienza a creer a su entrenador. El primer paso ya se ha dado.
Pacheta mantuvo el dibujo del 4-1-4-1 durante todo el partido y con el paso de los minutos fue cambiando pieza por pieza. La lesión de Collantes propició la salida de Josan antes del descanso; Nino saltó al campo en lugar de un Javi Flores ya muy exprimido físicamente después de tanto tiempo ausente por lesión; y Jony le dio frescura a un centro del campo que necesitaba oxígeno en la medular después del gran trabajo de Provencio .
Todo salió a pedir de boca y la afición se fue coreando el «¡Elche, Elche!» y consciente de que hay mimbres para hacer un buen cesto. Si el mensaje de nuevo entrenador sigue calando y nadie se baja del carro este equipo puede dar muchas alegrías. Ayer dio el primer paso hacia ello. Quedan diez batallas ligueras para seguir creciendo y, luego, llegará la guerra final del play off. Con estos argumentos se puede escribir un bonito guión.
