Pacheta ha dirigidoPacheta su primer entrenamiento sobre el césped del estadio Martínez Valero. Tras unos minutos en los que el preparador físico Manolo Sempere ha asumido el protagonismo, el técnico burgalés ha comenzado a impartir su estilo de juego a los futbolistas con la presión como principal obsesión. "Hay que redoblar el esfuerzo en la presión y minimizar errores o hacerlos lejos de nuestra portería", ha insistido una y mil veces en una sesión intensa. De nuevo, los entrenamientos vuelven a ser grabados, como lo hacía Vicente Mir. Esta tarea ha sido encomendada a Chema Monzón. Su intención no es otra que revisar y, posteriormente, corregir los defectos. Jorge Cordero, Mantecón y Jesús García tampoco pierden detalle de la sesión.

Pacheta ha dividido la plantilla en dos grupos. En uno estaban Tekio, Gonzalo Verdú, Neyder, Manu; Benktib, Manuel Sánchez; Collantes, Javi Flores, Iván Sanchez; y Benja. En el otro, Iván Calero, Zotko, Fran Martínez, Edu Albacar; Jony, Provencio; Josan, Nino, Lolo Plá; y Sory Kaba. Corozo ha trabajado al margen, ya pisa césped, mientras que Primi, que abandonó ayer el entrenamiento antes de tiempo, no se ha ejercitado. El central se ha resentido de su lesión en la rodilla.

De cara al partido del domingo ante el Llagostera (Domingo, 18.30 horas), el nuevo preparador franjiverde ha probado en el entrenamiento dos esquemas con un único punta: 4-2-3-1 y 4-1-4-1. Tan sólo son probaturas, aunque sí se ha visto otra imagen a la hora de trabajar dentro del Martínez Valero. Una vez finalizada la sesión, ha ido saludando uno a uno a sus pupilos y se ha despedido de ellos así: "Nos vemos mañana chicos". Parece que el burgalés ha calado dentro de un grupo necesitado de un impulso dentro del banquillo. "Era el motivo que necesitaba la plantilla para creer y estar convencido al 100% que podemos ascender", ha sentenciado Gonzalo Verdú tras el entrenamiento en la sala de Prensa.