El domingo, ante el Atlético Saguntino, se pudo ver al mejor Elche de Josico Moreno. Al menos, en la primera parte del encuentro, los franjiverdes dejaron claro de lo que son capaces y superaron a un rival que llegaba con la etiqueta de ser un equipo rocoso que era muy complicado de derrotar. El conjunto ilicitano recuperó sensaciones y, por primera vez en mucho tiempo, se puede apreciar, que si se sigue el camino lógico, puede llegar lejos. El período de pruebas tácticas debe quedar en el olvido. Faltan aspectos que mejorar pero se está en la buena dirección, en el momento más crucial de la temporada. Ahora, hay que mantener una regularidad para seguir evolucionando como equipo. Jorge Cordero lo ha repetido hasta la saciedad: «Hay una buena plantilla, pero falta un buen equipo». En esa dirección debe trabajar el grupo sin descanso. Existe luz al final del túnel y no puede quedar todo en un simple fogonazo. Llega la hora de la verdad y existen mimbres para hacer un buen cesto, pero aquí son necesarios todos para lograr el objetivo final.

Un sistema claro

El regreso al 4-4-2 ofrece un equipo mucho más compacto

Josico Moreno, entrenador del Elche, ha manejado varios sistemas de juego desde que llegó y todo apunta a que el 4-4-2, con Nino como enlace del «9», es el que más garantías ofrece al equipo. El manchego siempre ha apostado por un doble pivote muy sólido, como punto de partida, en el que Benktib y Jony Ñíguez parecen haber ganado la batalla, con la competencia de Provencio, que también está teniendo su protagonismo. En tareas defensivas cada día funciona mejor esa doble pareja, aunque falta que el marroquí se suelte un poco más cuando se mira a la portería contraria. Tiene clase para llevar la manija del equipo en la medular y el técnico le está dando minutos.

Tanto Jony como Benktib estuvieron el domingo acompañados por dos extremos de la velocidad de Collantes e Iván Sánchez, capaces de romper por banda al rival, mientras que arriba Benja se aprovechó de sus centros y de los huecos que abría Nino. Este fue el dibujo ante el Atlético Saguntino, el que se debe seguir puliendo, pero sin despistarse en otras historias. Se le temía al equipo valenciano, pero cuando el Elche puso en marcha su maquinaria y utilizó a sus peones de la forma correcta se pudo demostrar que el rival era uno más de Segunda B, que está a años luz del potencial del equipo franjiverde. Todo eso hay que demostrarlo en el campo y el Elche fue capaz de plasmarlo.

Solidez defensiva

Neyder Lozano ha dado otro aire a la zona de atrás

Poco a poco, el Elche se está mostrando más sólido en su línea de atrás. Con el domingo son ya dos los partidos seguidos en los que que no se recibe un gol en el Martínez Valero (Peña Deportiva y Atlético Saguntino), circunstancia que no ocurría desde noviembre de 2016. La llegada del colombiano Neyder Lozano ha sido importante en esa tarea, sin olvidar la competencia que pone Iván Zotko, ya recuperado de su lesión, además de Manu Rodríguez por la banda izquierda, que también ha aportado más competencia a esa zona del campo.

Con un equipo al que le hacen pocos goles, llegar al objetivo es mucho más sencillo, sobre todo cuando arriba se cuenta con jugadores que tienen el gol en las venas como Benja, Sory Kaba o Nino. El equilibrio entre líneas es fundamental para que luego los de arriba resuelvan. Pocos equipos en la categoría cuentan con ese potencial.

Cambio de actitud

En el Martínez Valero sólo cabe ir a por los rivales desde el inicio

Salir a por el partido, sin especulaciones, resultó el domingo clave a la hora de doblegar al Atlético Saguntino. Hace mucho tiempo, desde el encuentro ante el Valencia-Mestalla, que el equipo no se mostraba con esa mentalidad ofensiva y dejó de lado la idea de ir madurando el encuentro. En el Martínez Valero ese debe ser el camino a seguir. No se puede admitir otra idea futbolística, ya que sobre el papel son pocos los rivales que tienen su potencial. El Elche debe ser el Elche y plasmarlo sobre el césped. Luego, en los duelos lejos de su estadio tocará utilizar más el físico, sobre todo en el campo de césped artificial, para tratar de sumar de tres en tres.

Competencia

Josico tiene que saber manejar los egos de los futbolistas

El técnico franjiverde ha podido comprobar que en el mercado de invierno la plantilla se ha reforzado de forma conveniente. Para la mayoría de puestos hay dos jugadores. Futbolistas como Lolo Plá, Manuel Sánchez o Kaba, por citar algunos de los que están teniendo menos protagonismo en estos momentos, van a tener su momento en la parte decisiva del campeonato y habrá que ser capaz de sacarles entonces el máximo. Mientras tanto, estos futbolistas deben servir para que nadie baje los brazos y el nivel del equipo vaya creciendo hasta alcanzar el máximo escalón cuando esté en juego el ascenso.

Afición

El conjunto ilicitano tiene unos seguidores muy fieles

Contar con una afición como la franjiverde es un lujo y si el equipo que dirige Josico Moreno pone todo lo que lleva dentro va a tener a la grada de su lado. Jugar con doce es una ventaja.