El Elche sumó tres puntos vitales ante el Saguntino (1-0), un rival directo en la lucha por jugar el play off de ascenso a Segunda División y, sobre todo, en la primera mitad, mostró su mejor cara desde que Josico Moreno está sentado en el banquillo del conjunto ilicitano.
El duelo ante el equipo valenciano puede interpretarse como un canto a la esperanza ya que los franjiverdes no sólo demostraron que existe margen de mejora, sino que empiezan a vislumbrarse un camino que puede llevarles a ser una escuadra competitiva y capaz de luchar por todo en esta Liga. En suma, que hay luz al otro lado del túnel, después de meses de oscuridad futbolística.
Los ilicitanos crecieron como equipo, después de semanas sin mostrar su verdadero potencial, y ayer hicieron méritos más que suficientes para decantar el duelo de su lado en la primera mitad y no sufrir como lo hicieron para quedarse con los tres puntos.
En el primer tiempo, fue cuando los franjiverdes demostraron su mejor cara. El Elche pudo golear ya que contó con ocasiones para hacerlo. Pero tan sólo entró dentro de los tres palos de Lluna el balón lanzado por Benja, tras una buena jugada de Collantes, en el minuto 7.
El juego del equipo fue fluido por las bandas. Collantes encontró una autopista por el carril izquierdo, donde el mediocentro Álex Felip jugó de lateral. El extremo franjiverde percutó, una y otra vez, por esa zona y en una de sus cabalgadas encontró a Benja y llegó la diana del triunfo.
Nino estrelló un balón en el poste. Iván Sánchez tuvo una ocasión muy clara, pero el balón lo sacó en última instancia Lluna. Y Collantes se mostró eléctrico en la mayoría de sus acciones.
El 4-4-2 dibujado por Josico, que dirigió al equipo desde uno de los palcos de Prensa ya que estaba sancionado, desarboló al Atlético Saguntino. Nino, entre líneas, encontró siempre los huecos para los extremos y se entendió muy bien con Benja. El capitán franjiverde ejerció de enlace por detrás del «9» catalán.
Los dos hombres del centro del campo: Jony y Benktib estuvieron muy bien en la presión defensiva. Neyder se convirtió en una auténtica muralla a la hora de anular el juego directo de los valencianos, que siempre miraban al exfranjiverde Nuha como único camino para llegar por la vía rápida al área de José Juan.
La afición se lo pasó en grande, incluso hubo momentos en los que se pellizcó al ver a su equipo con unos argumentos futbolísticos que se desconocían en los últimos tiempos.
El Elche salió a por el partido desde el inicio. Tomó el mando del duelo y se olvidó de otras historias como la de dejar madurar el encuentro, tan habitual en esta categoría y al que los franjiverdes no deben apelar, sobre todo en el Martínez Valero.
De más a menos
La segunda parte empezó con la pena máxima fallada por Nino, que hubiera dejado el encuentro visto para sentencia. El meta del Saguntino acertó las intenciones del almeriense, a quién le cedió el balón Benja en la pena máxima.
Con el paso de los minutos, el partido fue bajando su nivel y aunque los ilicitanos tuvieron hasta tres ocasiones de sentenciar, dos muy claras con Provencio y otra de Collantes, en varias contras, no fue capaz de abrir más el marcador y terminó pidiendo la hora ante un rival que apenas creó peligro sobre la portería de José Juan.
El Elche ha ganado en solidez defensiva y no pareció peligrar el marcador, pero siempre puede ocurrir algo que tire por tierra todo lo hecho anteriormente y afee un partido que debió quedar resuelto en la primera mitad.
Con el paso del partido el equipo franjiverde no supo manejar los tiempo de juego, entró en una especie de miedo escénico que le llevó a entregar de forma muy rápida el balón y a no elegir bien a la hora de proyectarse sobre el área rival cuando el Saguntino ya quemaba todas sus naves y no se protegía atrás. Ante contrincantes de mayor enjundia tiene que tener mucho más oficio para jugar su partido y llevarlo al cuarto oscuro, donde los minutos pasan sin que el rival vea luz alguna.