Nino volvió a ver puerta el domingo en Son Malferit y rescató un punto para el Elche cuando parecía que el partido iba a terminar con victoria del Atlético Baleares. El almeriense saltó al campo, en el minuto 57, en lugar de Benktib, y en el 92 rompió la malla de Aulestia. Una combinación de calidad e insistencia. Otro delantero se hubiera quedado lamentándose de que el esférico lo repelía el palo, pero el de Vera fue al rechace y pudo empujarlo dentro. «Le pegué al balón, pero el portero llegó a tocarlo. Desde que salió de mi bota fui a por al rechace. Tuve la suerte de encontrarme con la pelota y marcar el empate».

Con esa diana son ya nueve las que lleva en la Liga, la misma cifra que Benja. Sory Kaba suma siete en la competición de la regularidad, además de dos en la Copa del Rey. «Estoy contento, sobre todo porque estoy ayudando al equipo a sumar. Debemos seguir mirando hacia adelante. Estamos a cuatro meses de jugarnos mucho. Trato de aprovechar los minutos, y si es con goles, mucho mejor», relataba, al final del duelo en Mallorca, un jugador al que le gusta hablar en el campo más que en las salas de Prensa.

Tras la derrota ante el Sabadell (0-1) y, en vísperas de jugar frente al Badalona, pasó «unos días muy complicados, difíciles de llevar», cuando se le abrió la puerta de atrás para que se fuera. Nunca se vino abajo y, como declaró a este periódico la pasada semana, hizo «borrón y cuenta nueva» pensando siempre en clave franjiverde y apoyado por una afición que lo venera. La verdad es que esa cuenta nueva no para de tener cada días más dividendos.

La semana de autos, que lleva dentro de su corazón el de Vera, la cerró marcando dos goles al Badalona. No podía ser de otra manera. Saltó al campo, en el minuto 6, en lugar de Lolo Plá, y cinco más tarde hacía el 1-2. No contento con ello, en el 81, firmaba el segundo, que cerraba el encuentro (1-3) en tierras catalanas.

Una jornada más tarde siguió con su discurso en el campo. Saltó en el 64 y el 70 volvió a marcar ante el Deportivo Aragón.

Pese a ello, Josico insistió en la idea de dejarlo fuera y frente al Peralada lo sacó en el minuto 50 por el lesionado Zotko. El almeriense no vio puerta en esta ocasión, como tampoco lo hizo a la siguiente jornada frente al Peña Deportiva(2-0), donde fue titular y se erigió en uno de los jugadores más importantes del equipo. Dejó claro que está en este equipo para algo más que para ser revulsivo y jugador de segundos tiempos. Una etiqueta que se le queda pequeña. Sin embargo, en Son Malferit regresó al banquillo. Una vez en el campo firmó el 1-1.

Antes de estos cuatro, el almeriense marcó cinco goles en los 20 primeros partidos de Liga. Al meta del Badalona (5-1), Morales, le hizo también dos goles en la primera vuelta de campeonato liguero. Luego, firmó dianas frente a Peralada (4-1); Ontinyent (1-0), de penalti; y Ebro (2-1).

Salvo en el último partido, contra el Atlético Baleares, siempre que ha marcado Nino el Elche ha ganado los tres puntos. El domingo sirvió para rescatar uno que estaba perdido.

Mucha alegría

Nino dijo no sentir «nada especial» cuando el domingo empujó el esférico dentro de la red aunque sí reconoció que «estaba contento por el equipo. En estos campos se consiguen los objetivos y todo lo que sea sumar es bueno de cara al futuro».

Sobre la mejoría mostrada por el Elche en Mallorca en el segundo tiempo a la hora de bajar la pelota al piso y rasearla dijo: «Nos llevaron a su juego, donde nosotros nos sentimos peor porque no sabemos hacerlo como ellos. Cuando intentamos enlazar tuvimos más opciones y encontramos la recompensa del empate», sentenciaba.