A pesar de que el director deportivo del Elche, Jorge Cordero, señaló el pasado jueves que el club ilicitano no tenía nada que ver en la «operación Pina», conocida policialmente como «Operación Líbero» por presunto blanqueo de capitales y otros delitos relacionados con traspasos del polémico empresario murciano, la presencia del máximo responsable de la parcela deportiva del club ilicitano entre los citados a declarar por el juez José de la Mata salpica, por ende, a la entidad franjiverde. En concreto, la Policía indaga si Pina acordó con Cordero la venta ficticia de una vivienda de su propiedad en 2010 en Murcia por 160.000 euros para eludir un posterior embargo.

La instrucción del caso sigue su curso después de la entrada en la prisión de Soto del Real del empresario murciano. La investigación desarrollada por la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal de la Policía Nacional (UDEF) apunta a que Pina recibía supuestamente comisiones por hacer de intermediario en el traspaso de futbolistas mediante tres sociedades instrumentales carentes de una actividad real y cuyos administradores eran personas de su confianza, como podrían ser amigos y familiares. Se trata de las sociedades «Quique Sport», «Calambur» y «Adgb Sport, en las que los investigadores buscan conexiones con la hermana y los padres de Pina.

Los primeros en declarar ante el juez De la Mata fueron Juan José Pina López, padre de Quique Pina, y su hermana, de los que se sospecha que podrían haber desviado a un paraíso fiscal en Luxemburgo imporantes cantidades de dinero que podrían proceder de ventas de futbolistas.

David Navarro «Pequi»

Ayer testificó David Navarro «Pequi», otra persona allegada a la familia Pina, que en su día fue jefe de Prensa del Ciudad de Murcia, estuvo en la gerencia del Granada y actualmente era el gerente deportivo del Cádiz, clubes bajo la órbita del empresario murciano en diferentes etapas. «Pequi» fue uno de los sospechosos del posible intento de compra del jugador del Hércules Rafita en la promoción de ascenso a Segunda División A que enfrentó al conjunto blanquiazul con el Cádiz y que este periódico desveló bajo el título: «Pequi, el hombre de Pina que pasaba por allí».

Mañana será el turno de Juan Carlos Cordero, hermano de Jorge, y el viernes está previsto que declare el director deportivo del Elche como supuesto testaferro del empresario murciano.

En la investigación policial no aparecen propiedades a nombre de Quique Pina, pero, según publica el diario Granada Hoy, se sospecha de posibles «ventas ficticias» a personas de su máxima confianza, entre los que podría encontrarse Jorge Cordero.

La operación que pone a los agentes sobre esta pista es la supuesta venta de la vivienda de Murcia que el propio Pina «facilitaba como domicilio propio». Incialmente estaba a nombre de sus padres, pero tras la operación de venta por 160.000 euros, fue adquirida por Jorge Cordero Sánchez. Los investigadores mencionan que es hermano de Juan Carlos Cordero y que ambos son «personas en las que notoriamente el investigado deposita su confianza», que han trabajado en los clubes que ha controlado el empresario murciano. Esa compraventa es de 2010 y la Policía sospecha que podría haber estado encaminada a eludir los embargos que luego (en 2011) caerían sobre otras propiedades familiares de los Pina Campuzano.

Por ello, mañana viernes está prevista la declaración de Jorge Cordero ante el juez de la Audiencia Nacional José de la Mata para aclarar algunas de las cuestiones de este tema, que se investigan en el caso judicial por el que Quique Pina ha sido enviado a prisión.

Joaquín Vigueras

Antes que el padre, la hermana, «Pequi» y los hermanos Juan Carlos y Jorge Cordero, el pasado martes también declaró el agente de futbolistas Joaquín Vigueras, uno hombre muy vinculado al empresario murciano que ha llevado a multitud de futbolistas a equipos que controlaba Pina y que cuenta con un buen números de jugadores representados tanto en las plantillas de la presente temporada tanto del Elche como del Hércules.