La tormenta originada por la posible salida del Elche de Nino amainó ayer un poco. Las distintas partes moderaron el discurso y, de momento, el delantero almeriense sigue en el club ilicitano hasta finales de temporada. En cualquier caso, queda todo el mes de enero, los movimientos en el mercado van a seguir y todo puede ocurrir. Se venda como se venda desde dentro de la entidad todo ha quedado en una especie de matrimonio de conveniencia a la espera de que el nubarrón pase, pero, como bien decía una fuente del club franjiverde el mismo jueves, «el mal está hecho» y la herida se ha quedado sin cicatrizar.

Nino ya sabe cómo se las gastan dentro del club ilicitano y es consciente de que en estos momentos la falta de liquidez económica y el hecho de que cuenta con el apoyo de la afición, cuyo respeto se ha ganado con la entrega y trabajo de muchos años, le han salvado de salir por la puerta de atrás.

Él nunca ha querido irse y no lo hará si no lo obligan porque su idea es volver con el Elche a Segunda División. Los que apelan desde el club ilicitano a temas deportivos para que Nino pase de ser uno de los delanteros más utilizados del equipo a ser el cuarto en discordia no convencen a nadie y menos al protagonista principal de una manera de actuar encaminada a que el jugador se fuera dando la sensación de que escapaba de la quema cuando está demostrando ser uno de los más comprometidos del grupo. De ahí, el pulso que mantuvo el pasado fin semana con su entrenador intentando arreglar los descosidos de un vestuario que camina a la deriva.

Jorge Cordero, director deportivo del club, afirmó aye, en rueda de Prensa, que «no se va a rescindir el contrato de Nino. He reunido al jugador y a Josico en mi despacho para hablar de fútbol y hemos aclarado todo. Respetamos su profesionalidad y es un jugador más a disposición del entrenador. De ninguna manera saldría mal del equipo. Se ha intoxicado desde fuera del club para hacerle daño a la entidad».

Unas declaraciones que contrastan con lo que dijo el jueves, tras la presentación del central Zotko, en las que confesó que el asunto de Nino «es un tema delicado y doloroso. Josico quiere cambiar el sistema y no necesita tantos delanteros. Nino no va a disponer de muchos minutos, como a él le gustaría, y piensa que igual no es capaz de asumir ese rol. Ahora nos reuniremos con él y lo hablaremos. Hay que tomar decisiones. El entrenador es el que tiene que alinear y si cree que no lo va a poner o quiere cambiar el sistema o prescindir de un jugador hay que tratar el tema con delicadeza y tacto». En suma, de decir que el rol de Nino va a cambiar, a señalar que todo es una mentira ajena al club. A pesar de ello, Cordero no lo considera una marcha atrás. Cordero estuvo acompañado de Josico en la rueda de Prensa para dar explicaciones, una comparecencia a la que el club ilicitano quiso que también acudiera el propio futbolista.