Saúl Ñíguez se ha convertido en una figura del fútbol mundial, pero eso no ha cambiado su manera de ser humilde y su cariño y sentimientos por su Elche natal.

El jugador ilicitano del Atlético de Madrid está disfrutando de sus vacaciones de Navidad en la ciudad y está colaborando, como el que más, en el campus de la Academia Ñíguez Sport, que dirige junto a sus hermanos Jony y Aarón. Ayer fue la inauguración y desde primera hora de la mañana y hasta la una del mediodía estuvo muy atento enseñando a los más pequeños.

El jugador internacional con España siempre cuenta que de pequeño le gustaba jugar en la calle con sus amigos y en el colegio y ayer disfrutó con los niños como si fuera uno más. Además, no rehuyó a la hora de hacerse fotografías y firmar autógrafos a cada uno que se lo pidiera. Y es que Saúl es grande como futbolista y como persona.

Los tres hijos del mítico jugador franjiverde Boria están muy involucrados en la Academia Ñíguez Sport. Durante los tres últimos años han organizado un campus en verano, las navidades pasadas también celebraron un partido benéfico, en el pabellón Esperanza Lag, para ayudar a los más necesitados; y este año han organizado el primer campus de invierno por la amplia demanda que tenían de padres y pequeños.

Pero la presencia de Saúl y de sus hermanos no resta importancia a la gran profesionalidad que tienen a la hora de preparar un curso que cuenta con todos los detalles.

Durará hasta el sábado 30 de diciembre y un total de 60 niños y niñas de entre 6 y 14 años acuden todos los días, de diez de la mañana a una del mediodía al campo Díez Iborra, de la Ciudad Deportiva Juan Ángel Romero.

Los pequeños van a aprender metodología del fútbol, pero también educación, nutrición y valores de convivencia, entre otros aspectos.

La Academia Ñíguez Sport cuenta con monitores, coordinadores, nutricionistas como Néstor Vicente de SBD Nutri Evidence, que ya trabaja con el Elche Club de Fútbol o fisioterapeutas como Fran Ortega y con un amplio de patrocinadores entre los que se encuentra la Obra Social La Caixa.

Aarón explica que «empezamos con el campus de verano y el año pasado realizamos un partido solidario, pero había muchos niños que querían hacer un curso en invierno y este año hemos comenzado. Estamos muy contentos porque tenemos 60 niños y niñas a los que no le falta ninguna atención, disponen de equipaciones y tienen monitores profesionales con una amplia experiencia».