Juan Carlos Lezcano recibió ayer el homenaje del Elche en renocimiento a sus nueve años vinculado al equipo franjiverde, todos ellos en Primera División. Desde ayer, la Puerta 24 del estadio Martínez Valero lleva su nombre. No solo servirá para el acceso de los abonados de Tribuna, sino para que cada vez que los futbolistas y técnicos del primer equipo accedan al coliseo ilicitano lo tengan en su memoria. «Queremos que tus valores sirvan de ejemplo a todos y cada uno de los jugadores que vengan al Elche», confesó el presidente del Elche, Diego García, en el acto que tuvo lugar ayer al mediodía.

Lezcano estuvo acompañado de su mujer, Rosa Amelia Viveros, de sus hijos Juan Carlos y María Eliana y de su nieta Marina, en un acto emotivo al que también acudieron amigos como Quirant, jugadores y técnicos del primer equipo, canteranos y empleados de la entidad.

El exjugador paraguayo, nacido en Asunción hace 79 años, llegó al Elche en 1962 y fue protagonista directo de la mejor etapa del club, que consiguió a consolidarse en Primera División durante doce temporadas y a jugar una final de la Copa del Rey en 1969.

«Si soy recordado es por el trabajo de todos mis compañeros y quiero compartirlo porque sin ellos no podría haber hecho nada», dijo del paraguayo, quien ha estado acompañado en el acto de su esposa y de algunos de los que fueron sus compañeros, como Miguel Quirant, quien también da nombre a una puerta del estadio.

El «chino», como se le conocía en el equipo franjiverde desde que llegó de Paraguay, repasó emocionado en su alocución, ante todos los presentes en el homenaje, alguna de sus vivencias en las nueve temporadas que militó en el Elche y que despertaron la admiración de los seguidores ilicitanos. Recordó entre lágrimas algunas gestas logradas por el Elche en Primera División, como la de romper la imbatibilidad del Real Madrid, anotar ocho goles ante el Sevilla o cinco frente al Zaragoza de los Cinco Magníficos, que comenzaron ganando el duelo por 0-1, el trofeo de máximo goleador conquistado por Vavá, por la generosidad en el gol 19 de Romero o la final de la Copa del Generalísimo ante el Ahtletic Club que no pudieron ganar. «En mi época éramos pequeños, pero nos respetaban todos los equipos», resumió Lezcano, el jugador no ilicitano que más veces ha defendido la camiseta del Elche.

Junto a su nombre en la puerta, el Elche ha colocado otra placa en la que explica la trayectoria del jugador en la que se le califica como un mito: «Lezcano es sinónimo del mejor Elche CF de todos los tiempos. Debutó en 1962 y jugó nueve temporadas de franjiverde, todas ellas en Primera División, participando también en la histórica final de la Copa. Lezcano fue jugador, posteriormente entrenador, pero sobre todo un mito para la afición franjiverde. Orgullo y nostalgia del aficionado añejo del campo de Altabix, espejo y referente de las nuevas generaciones del estadio Martínez Valero».