Juan Carlos Lezcano (Asunción, Paraguay, 5 de noviembre de 1938) llegó al Elche en el año 1962 procedente del Santiago Morning de Chile. Lezcano aterrizó en España con la promesa de firmar por el Valencia, pero el empresario armenio Arturo Bogossian, lo terminó trayendo al Elche. «Llegué a Barajas y no salió nadie a recibirme. Me fui a ver al embajador de mi país y él me dijo que había un cambio de planes y que tenía que ir a Elche. No sabía ni donde estaba esa ciudad. Bueno me dijeron que cerca de Benidorm, que yo conocía por su festival de la canción, y ya me pude hacer una idea. Cogí el autobús y carrera y manta. Paré en Albacete y se me escapó el bus y tuve que llegar hasta Elche con un señor de Novelda que me trajo en su coche».

«Luego, durante ocho días no pude entrenar por distintos motivos y tuve una trifulca muy grande con Esquitino, que al final cumplió con su palabra y cerró mi fichaje», relata como si fuera ayer.

Sin duda alguna, sus comienzos fueron rocambolescos. De sus últimos momentos en el club tampoco guarda un buen recuerdo, aunque entre medio, vistió durante nueve campañas la casaca franjiverde con la que incluso jugó una final de la Copa en el Bernabéu. «Salí del Elche por la puerta falsa. Me prometieron un partido de homenaje y un contrato, pero me mandaron una carta agradeciéndome los servicios prestados y todo acabó. Después de nueve años no existió una despedida agradable. Me hubiera gustado salir de otra manera y no con una carta fría. Luego, quise que me dejaran de segundo entrenador y entre Roque Olsen y el presidente se pasaron la pelota y me tuve que ir. A los responsables de aquello ya se lo dejé claro en su día».

Muchos años después el club ha acordado que la puerta número 24 del Martínez Valero lleve su nombre. «Estoy orgulloso del detalle del Elche, pero me gustaría disfrutar de un partido homenaje como lo tuvieron Romero, Llompart, Vavá, Quirant y a otros, y poder despedirme de toda esa gente que me ha querido tanto en mi vida como futbolista como fuera de los terrenos de juego», afirma antes de dejar claro que «no tengo quejas de nadie, sólo agradecimiento, pero, creo que como el jugador extranjero que más partidos ha vestido la camiseta del Elche me lo merezco. No obstante, «lo que han hecho ahora, lo de dedicarme una puerta, es algo muy grande y me siento muy feliz».

Nunca olvidará la final

Lezcano es una especie de enciclopedia abierta y no duda en afirmar que «mi recuerdo más bonito es la final de la Copa. También tengo en la mente cuando Romero le regaló el gol a Vavá para que marcara y lograra el trofeo "Pichichi" frente a Luis Aragonés. ¿Cuándo va a tener el Elche un máximo goleador de Primera? Estoy muy orgulloso de haberle hecho ocho goles al Sevilla en casa; de superar a un Barcelona que nos ganaba 3-1 y le remontamos con un 4-3; de los tres goles que le hice a Sabadell que sirvieron para vencer; del 6-4 que le metimos al Málaga; de los goles del cojo de Quirant... Son pequeños recuerdos que todavía me emocionan cuando acuden a mi cabeza».

«Llegaron al Elche los cinco magníficos y a los dos minutos se ponen 0-1. Pensábamos que nos iban a golear, pero sacamos nuestro orgullo y les hicimos un 5-1. No dormí en toda la semana», añade.

Lezcano confiesa que los rivales venían a nuestro campo asustados y sobre todo los más potentes como FC Barcelona y Real Madrid. «Altabix era un santuario para nosotros. Se lo poníamos complicado hasta el césped. Pedro, el jardinero, nos decía por donde teníamos que atacar. Aquí era muy difícil ganar. Éramos amigos, convivíamos a todas las horas y salíamos al campo a muerte. Además teníamos una afición que se volcaba con nosotros y que nos llevaba en volandas. La ciudad se sentía orgullosa de su equipo en aquella población de apenas 50.000 habitantes en la que casi no había calles, sólo naves. Fueron días muy bonitos».