Vicente Parras no siguió como entrenador en el Elche tras el descenso a Segunda B. Aunque comenzó a trabajar en pretemporada en el equipo técnico de Vicente Mir al final optó por aceptar la oferta del conjunto de El Clariano, con el que está demostrando que tiene madera de entrenador. No olvidará nunca lo del año pasado, es una espinita que llevará dentro mientras viva, pero el tiempo, que pone a cada uno en su sitio, está dejando claro que no fue el responsable máximo de la caída a los infiernos del equipo ilicitano. El mal ya estaba hecho y la campaña que está realizando confirma que sabe manejar un equipo.

¿En Ontinyent tienen que estar locos con la gran campaña que están realizando después de un verano un tanto convulso?

Están agradeciendo al máximo el trabajo que estamos haciendo, pero somos conscientes de que hay que seguir en esa línea. Me ofrecieron la oportunidad de ir allí y se lo agradezco. Comenzamos de cero, pero se trabajó mucho y bien en agosto. Se consiguió una mezcla de gente joven y ambiciosa y otra más veterana que está dando sus frutos.

¿Incluso para pensar en luchar por meter la cabeza en el play off de ascenso?

Nosotros sólo pensamos partido a partido. Desde que jugamos en el Martínez Valero ante el Elche no hemos perdido, pero no pensamos en otra cosa que sumar y lograr lo antes posible la permanencia.

Desde la lejanía, aunque sigue viviendo en Elche, ¿cómo está viendo al equipo franjiverde en esta primera vuelta?

Sorprende la marcha del equipo desde fuera. Parece que hay plantilla para estar entre los cuatro primeros. Quizás se obsesionaron con el Mallorca, pero los baleares está rompiendo todos los récords y fijarse en ellos es un error.

¿Cómo valora la destitución de su amigo Vicente Mir en el banquillo cuando el equipo iba arriba?

Me parece sorprendente que siendo segundos y teniendo controladas las cuatro posiciones de play off se cambie de entrenador. Yo creo que se precipitan y no saben lo que es esta categoría. No es fácil para nadie. En el Elche estamos todavía con la filosofía de juego de Primera y la Segunda B es muy complicada. Hay que tener talento arriba, pero como no tengas músculo en el centro del campo estás perdido. Para jugar en el Martínez Valero tienes que proponer algo y no puedes replegarte, pero, luego fuera, hay que apretar. Hay que buscar un equilibrio en la plantilla.

¿Tiene el Ontinyent la fórmula para jugar en esta categoría?

Pienso que nosotros sí somos conscientes de lo que es la Segunda B. Eso no quiere decir que el Elche no lo sepa. Sabemos que muchas veces hay que bajar al barro y en mi plantilla los jugadores lo tienen muy claro. No se nos caen los anillos por ello. Además, nuestro público también es consciente de cuales son nuestras armas y si en un momento determinado hay que pegar un pelotazo lo hacemos. Sobre todo, hay que ser competitivos y, a partir de ahí, cuando puedas, ganar, y si no, empatar. El toque nos gusta a todos, pero hay que jugar para hacer daño y ser verticales.

Se avecinan muchos cambios en el Elche en el mercado invernal ¿No le parece?

Desde fuera se puede entender que va haber muchos cambios. Hay futbolistas que no están jugando mucho y parece que tienen la puerta abierta. Es una arma de doble filo. Metes sangre nueva, pero luego hay que acoplarse. Nosotros somos más partidarios de dar continuidad al grupo.

Por cierto, ¿pudo ver el derbi del Rico Pérez?

No. Teníamos partido. He podido ver las imágenes. Era un partido llamado a no arriesgar. El Hércules tiene pocas armas con las lesiones y el Elche no podía permitirse el lujo de perder. No obstante pienso que perdió la oportunidad de superar a un Hércules que está esperando el mercado de invierno para rearmarse.