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El Elche de Josico no arranca

El equipo se ha atascado tras la marcha de Mir y de ser segundo ha pasado a ocupar la quinta plaza y a tener la zona de ascenso a dos puntos - La victoria se le resiste al preparador manchego

Josico aplaude a sus jugadores, durante el partido del domingo ante el Hércules en el estadio Rico Pérez. Álex domínguez

El Elche de Josico está gripado. No arranca y llega al último partido de la primera vuelta fuera de la zona de promoción de ascenso y, lo que es peor, sin el nivel que se espera de una plantilla diseñada para regresar a Segunda. El método del preparador manchego sigue sin verse después de que en la jornada 14 se decidiera prescindir de Vicente Mir por «sensaciones», cuando el Elche era segundo en la tabla y sacaba tres puntos al Ontinyent, que entonces era quinto. Cuatro jornadas después, los franjiverdes han caído a puestos fuera de la zona de play off y el conjunto de Vicente Parras, que es cuarto, le saca dos puntos. Cuando se marchó Mir, el Mallorca era inalcanzable, pero ahora, el Villarreal B se ha ido a cinco puntos y el Cornellà a cuatro.

Los números del Elche no invitan al optimismo y mucho menos si tenemos en cuenta que el equipo no es capaz de dominar los encuentros, su centro del campo no es creativo, ni tiene velocidad, no se desequilibra por bandas y los cuatro delanteros, de los que se dijo que eran los mejores de la categoría, no marcan. Solo cabe decirle a Josico, parafraseando a Luis Moyá, aquello de «¡Trata de arrancarlo Carlos! ¡Trata de arrancarlo, por Dios!», tras la avería, a 500 metros de la meta, del Toyota Corolla que pilotaba Sainz durante el Rally de Gran Bretaña de 1998, impidiéndoles en el último momento proclamarse campeones.

Fue fácil prescindir de Mir, pero el tiempo ha demostrado que los males eran otros y que sólo el mercado invernal puede arreglar una situación desesperada. Se midieron muy mal los tiempos y aquí están los resultados.

Racha negativa

La peor trayectoria de club franjiverde en Segunda B

En el Rico Pérez, con el empate a cero, el Elche firmó su peor racha sin ganar en la Liga en Segunda División B. Seis partidos en los que ha sumado cuatro empates y dos derrotas. En la 91-92 llegó a siete, pero contando la liguilla de ascenso. De ser segundo en la tabla se ha pasado a ser quinto y si antes sólo era bueno ser líder, por encima del Mallorca, ahora, todo el mundo se pegaría con un canto en los dientes con estar entre los cuatro primeros.

Sin un patrón de juego

El conjunto ilicitano no sabe todavía a lo que juega

El modelo Josico todavía no se vislumbra y las jornadas avanzan de manera peligrosa sin que se pueda ver el Elche que todo el mundo quería. No se dominan los partidos en la medular. Se apuesta por un centro del campo de presión, pero los balones no llegan a los extremos y los puntas se pierden en el limbo. Si los primeros no desequilibran, ya que son muy previsibles, los segundos, apenas participan en el juego. Los cuatro delanteros, en la mayoría de los partidos pasan inéditos, como si no jugaran. Apenas generan nada. Además, se recurre a los balones largos sobre Sory, cuando este Elche está diseñado para otras cosas. No se pisa el área, sobre todo fuera de casa, y así hacer goles es un imposible.

Vestuario asustado

El miedo se ha metido dentro y el futbolista está atenazado

El mercado invernal es una espada de Damócles que pende sobre los futbolistas. El miedo se ha instaurado dentro del vestuario. Varios jugadores van a abandonar el equipo en Navidad y no es fácil trabajar de esta forma. Diego Benito, por ejemplo, el mediocentro más creador de la plantilla, parece tener las horas contadas. Una victoria puede liberar a un grupo atenazado, pero no llega. De haber ganado en Lleida, la victoria ante el Hércules quizás se hubiera logrado en la segunda parte, pero la mente de los futbolistas no está limpia.

Carencias

El equipo está desequilibrado y le falta velocidad

Al Elche le hace falta un mediocentro mixto, que ataque y defienda, un delantero y un extremo rápidos. Este Elche carece de verticalidad de mitad de campo para adelante y con su actual juego no le llega para desequilibrar los partidos. Además, no es un equipo intenso y le cuesta mucho presionar a los rivales arriba. Josico está intentando que el equipo lo haga, pero hasta ahora no ha sido capaz de conseguirlo. Demasiados mediaspuntas y ausencia de extremos verticales.

Irrregularidad atrás

La defensa no es constante y comete a veces errores absurdos

La línea de atrás está cumpliendo más o menos bien con su trabajo, pero errores puntuales, aislados, los paga muy caros el equipo. No está equilibrado y tiende a no correr riesgos.

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