La noticia publicada en estas páginas ayer de que el Ministerio Fiscal pide tres años de cárcel y el pago de una multa de 36.000 euros para José Sepulcre y Antonio Rocamora, expresidente del Consejo de Administración del Elche y exsecretario general, respectivamente, por un presunto delito de falsedad de documentos contables estuvo en todos los mentideros de la ciudad. Las redes sociales se mostraron muy activas comentando la situación del club ilicitano y la caída a los infiernos sufrida en los últimos años por la mala gestión de sus dirigentes.

Joaquín Torres, portavoz del grupo Regeneración ECF, confesaba que «no quiero el mal de nadie, ni que ninguna persona termine en la cárcel, pero la justicia está ahí. El que no la cumpla tiene pagar por ello. Está claro que el Elche se encuentra en una situación muy grave y, si se demuestra que existen unos culpables, deberán hacer frente a sus responsabilidades». Torres entiende que «lo mejor para el club es que todo salga a la luz y que si alguien tiene que hacer frente a la deudas que lo haga».

En nombre de Plataforma Salvemos al Elche, Francisco Barceló señalaba que «me parece poca condena para lo que se ha hecho. Dos años en Primera, con sus correspondientes ingresos, y que el club esté hecho unos zorros demuestra que las cosas se han hecho muy mal. La gente se pregunta: ¿dónde está el dinero?».