La Fiscalía ha solicitado tres años de cárcel y el pago de una multa de 36.000 euros para José Sepulcre y Antonio Rocamora, expresidente del Consejo de Administración del Elche CF y exsecretario general, respectivamente, por un presunto delito de falsedad en documentos contables. Además, pide la apertura de juicio oral al entender que se produjeron irregularidades contables con el fin de reflejar un incremento de los activos en el ejercicio de la temporada 2013-2014, precisamente en su primera temporada en Primera División tras el ascenso.

Las cuentas reflejaron un incremento del activo con una cifra final de 6.061.000 euros, lo que, según el fiscal, no se correspondería con la situación real del club. De hecho, el Ministerio Público considera que los dos acusados son culpables de «una actuación falsaria en documentos contables o alteraciones contables muy significativas que dieron lugar a que la contabilidad societaria no reflejase la situación económica real de la sociedad», según se desprende literalmente del escrito de acusación presentado.

Las presuntas irregularidades se destaparon a raíz del informe encargado por el Consejo Superior de Deportes a instancias de la Liga de Fútbol Profesional a una auditoría externa, que se encargó de revisar las cuentas del club.

Asientos no contabilizados, realizados a nombre de la Fundación Elche CF cuando deberían corresponder a las cuentas del club y viceversa, o descuadres entre el dinero ingresado en efectivo y el realmente reflejado en las cuentas, centran buena parte de las irregularidades sobre las que llama la atención el fiscal. A modo de ejemplo, el escrito de la Fiscalía recoge cómo en la recaudación de las entradas del Elche CF -FC Barcelona, los ingresos fueron de 919.945 euros en concepto de venta de entradas. Dicho importe fue contabilizado por el club en la cuenta contable de caja. Esto significaría que el 100% de las entradas se abonaron en efectivo. Un dato a todas luces difícil de creer, según el fiscal. Las investigaciones de la auditoría reflejaron que el importe ingresado a través de tarjeta bancaria fue de 219.241,24 euros. Por tanto, esa cantidad no se había cobrado en efectivo, por lo que se había inflado la caja.

Además, según el escrito, tanto Sepulcre como Rocamora habrían utilizado las cuentas del club y de la Fundación para enmascarar pagos. Así describe el fiscal la operativa: «Los pagos sin la correspondiente contabilización del gasto se iban detallando por parte del club en un registro no contable. Debido a que ese efectivo salía realmente de la tesorería del club, para poder cuadrar la contabilidad registraban las citadas salidas de caja contra una cuenta deudora de la Fundación». A partir de ahí, según las manifestaciones de la dirección del Elche CF que recoge el escrito, siendo conscientes de que no existía una correspondencia contable en la contabilidad de la Fundación por estas supuestas entregas y que manifestaron que no era una práctica correcta, procedieron a regularizar la situación. Así, eliminaron de la última contabilidad a la que tuvieron acceso los auditores asientos por valor de dos millones de euros, aunque ni así cuadrarían las cuentas.

Por tanto, el fiscal considera probada esa falsedad en los documentos contables, y sostiene que ocasionaron un perjuicio tanto al Elche CF como a los socios y a la Fundación. La denuncia partió de la Liga de Fútbol Profesional, y también se presentó una querella por parte de varios de los socios que integran la Plataforma Salvemos al Elche. Ahora habrá que esperar a conocer si el juez abre juicio oral y si sentará tanto a José Sepulcre como a Antonio Rocamora en el banquillo de los acusados.