El informe del Ministerio Fiscal, al que ha tenido acceso este diario, señala claramente que el Elche no habría sufrido el descenso administrativo de Primera División si hubiese presentado antes el concurso voluntario de acreedores. Como mínimo en verano de 2014, cuando José Sepulcre estaba al frente del club.

La fiscalía recuerda que en aquel entonces la entidad franjiverde contaba con «deudas que ya alcanzaban nada más y nada menos que el importe de 45 millones de euros» y que debió ser solicitado el concurso «cuanto menos al finalizar la temporada 2013-2014».

El documento indica que «la mayor parte de dichas deudas ya resultaron impagadas a su vencimiento en verano de 2014» y enumera algunas: «las obras de remodelación del estadio, que se acometieron en el verano de 2013 resultaron impagadas a su vencimiento con anterioridad, en el mejor de los casos, al verano de 2014, facturas por importe de más de dos millones a Aglomerados Los Serranos, 477.318,33 a Construcciones Metálicas San José SL, 158.664,88 a Instalaciones Sánchez Mateo SL ó 689.845,21 euros a Involucra».

Además de esas deudas, el Ministerio Fiscal recuerda «sin contar las que se mantenían con las administraciones públicas y con otros muchos acreedores y que elevaban en ese momento la deuda hasta límites inatendibles».

La Fiscalía del área de Elche también indica que «ya desde años atrás, el club estaba desviándose palmariamente de los presupuestos, elevando la cifra de pérdidas cada año a cantidades que alcanzaban los seis millones en el 2013 y los ocho al cierre del ejercicio 2014 (pese a presupuestarse un beneficio de ocho millones)».

Sancionado por no pagar

El informe es tajante y señala que «a todo ello hay que añadir la deuda tributaria que acumulaba y que no se atendía desde tiempo atrás, habiéndo sido ya sancionado por dicho motivo en la temporada 2013-2014, sanción que se volvió a reiterar en la siguiente temporada».

El documento dice que «no fue hasta febrero de 2015 cuando el presidente, José Sepulcre, presentó de modo insuficiente, en relación con lo que hubiera supuesto una solicitud de concurso voluntario, la cual de forma obstinada se resistía a presentar, la solicitud recogida en el artículo 5 bis LC, siendo acordada la situación preconcursal por el Juzgado de lo Mercantil mediante decreto de 18 de febrero de 2015 para posteriormente, y tras la salida abrupta de José Sepulcre a finales de abril, presentarse bajo la presidencia de Juan Anguix el concurso voluntario el 8 de junio de 2015».

Ante este despropósito, la Fiscalía señala que «siendo generosos» y viendo que «desde 2010 la economía del club estaba seriamente resentida, con impagos a multitud de acreedores y sin que sirviera de punto de inflexión el préstamo de 14 millones que el IVF concedió a la Fundación, ya cuando menos al finalizar la temporada 2013-2014 se encontraba en situación de insolvencia y en ese momento debió ser solicitada la declaración del concurso de acreedores».

El Ministerio Fiscal considera que Sepulcre «no tuvo ningún reparo en hipotecar el estadio y la zona del aparcamiento para garantizar una deuda con Los Serranos de menor importe que la deuda tributaria», y al mismo tiempo asegura que «de haberse solicitado el concurso voluntario en verano de 2014, con un administrador concursal, resulta inimaginable que esa hipoteca se hubiera constituido y que la deuda tributaria hubiese tenido la atención que merecía vista la amenaza de descenso, habiéndose podido abrir vías de negociación con la Agencia Tributaria para garantizar la deuda hipotecando el estadio o conseguir un aplazamiento». Sin embargo Sepulcre optó «de forma perjudicial para el club por una deuda menor para privilegiar a Los Serranos».