? Esta connivencia entre consejo y la Fundación de Elche provocó, según los fiscales, que se pusieran todo tipo de trabas a la llegada de un inversor foráneo, mientras se celebraba un convenio de acreedores en el procedimiento concursal, a cuya aprobación se llegó en la Junta de Acreedores, tras llegar a un acuerdo José Sepulcre con los principales acreedores, entre los que se encontraba Juan Carlos Ramírez, para sumar las mayorías necesarias, consistente en un aumento de capital convirtiendo deudas por acciones. Ello suponía que los principales acreedores del club, Sepulcre, Ramírez, Antonio Rocamora, Sánchez Mateos, Aglomerados Los Serranos -empresa vinculada a Nohales y Segarra-, iban a convertir en acciones el crédito que tenían frente al Elche, pasando a ser accionistas mayoritarios y provocando que la Fundación, cuyas acciones estaban pignoradas por el IVF, dejara de tener tal condición. Dicho convenio de acreedores fue impugnado por el IVF, por la Abogacía del Estado y por el administrador concursal. Muestra de los intereses que movían a la Fundación y a sus patronos es que incluso a pesar de dicha impugnación los patronos, en ese momento, en su práctica totalidad afines Sepulcre, estaban dispuestos a votar a favor de la aprobación de dicho convenio en la junta de accionistas que a tal efecto se convocó a finales de septiembre, algo que finalmente no tuvo lugar al suspenderse judicialmente la votación de dicho punto en tal junta como consecuencia de la impugnación del convenio.