El Elche ya tuvo la oportunidad de probar el pasado domingo en Sabadell la medicina con la que se va a encontrar esta temporada en Segunda División B. El pozo de la categoría de bronce es muy complicado y quien esperase que iba a ser un camino de rosas está totalmente equivocado.

Los presupuestos y el potencial de las plantillas sirven en muchos momentos, pero en otros tantos vale de poco y como recordó el lateral derecho Tekio «en esta categoría cualquier equipo te pinta la cara».

El inicio no ha sido malo. Un empate fuera de casa y sin encajar goles siempre es positivo. Además, el conjunto de Vicente Mir mostró una imagen aceptable, quiso el balón desde el primer momento y no le dolieron prendas a la hora de asumir el papel de favorito.

Pero en Segunda B, más si cabe que en otras categorías, lo importante es el resultado. De nada sirve dominar y tener más ocasiones que tu contrincante si, al final, solo te reporta un punto.

La cruda realidad de la difícil travesía por el desierto con la que se va a encontrar el equipo franjiverde va a ser similar a la vista en la Nova Creu Alta.

Todos los rivales son conscientes de que el Elche es el favorito y la mayoría de ellos tienen asimilado cómo le tienen que jugar a los ilicitanos. Igual que lo hizo el Sabadell: esperar atrás y buscar la sorpresa en alguna contra cuando la defensa quede desguarnecida.

El conjunto de Vicente Mir tuvo más oportunidades y numerosas llegadas al área arlequinada. Sin embargo, la mejor ocasión la tuvo Adri Díaz para los catalanes. Si llega a acertar cuando se plantó solo ante José Juan el resultado, muy probablemente, hubiera cambiado. Porque en esta categoría lo vale es tener una, meterla y para casa con los tres puntos.

Y si no que se lo digan al Hércules, que salvó de milagro un punto en casa frente al recién ascendido Olot o al Mallorca, que sufrió lo indecible para ganar con el modesto Peralada. El caso contrario lo protagonizó el Alcoyano, un rival de los que más claro tiene el ADN de la categoría bronce. Gol, defender bien y triunfo en Llagostera.

Los resultados de la primera jornada confirman la enorme igualdad. A excepción del Mestalla que venció 0-2 en el campo del Deportivo Aragón, ningún equipo fue capaz de marcar más de un gol y todos los partidos se decidieron por la mínima o terminaron en empate.

Delanteros decisivos

Los equipos punteros de Segunda División B y los que terminan ascendiendo siempre se caracterizan por tener un delantero o más que son decisivos y que marcan la diferencia.

Uno de los mejores ejemplos es Benja. El nuevo «9» del Elche anotó 26 dianas con la Cultural Leonesa y llevó a su equipo a ser campeón y a conseguir el ascenso. Por ello, todos los conjuntos suspiran por tener un buen atacante.

A priori, los franjiverdes cuentan con cuatro de calidad contrastada: Nino, Benja, Sory Kaba y Lolo Plá. Y son los que deben marcar diferencias. De poco vale tener tantas oportunidades como disfrutó el Elche en Sabadell si, al final, ninguna va hacia adentro.

El club ilicitano presume de atacantes, pero al igual que en el tema de los presupuestos, ahora toca demostrarlo en el campo. Si Sory hubiera marcado la ocasión clara que tuvo, los tres puntos hubieran venido para Elche.

Portería a cero

Una de las cosas que hizo bien el conjunto de Mir en la Nova Creu Alta fue mantener la portería a cero y apenas pasar apuros en labores defensivas. Ese es el primer paso para poner los cimientos. Pero el siguiente peldaño a superar son los goles. La Liga acaba de empezar, la plantilla es prácticamente nueva y hay que concederle un margen de tiempo. Pero lo que está claro es que el Elche debe afinar la puntería si quiere estar arriba y luchar por el ascenso.