Fue un 25 de marzo de 1997 cuando se formalizó la escritura pública de constitución del «Elche Club de Fútbol, Sociedad Anónima Deportiva». La entidad atravesaba una de sus peores crisis, adeudaba cerca de 1.300 millones de pesetas aunque con el trabajo de unos, la colaboración de otros y la generosidad de muchos se rebajó a los 270 millones. Aún así, el Elche estaba herido de muerte. Descabezado, sin directiva y sin nadie que quisiera coger el timón de un barco que se hundía a la deriva en la Segunda División B, algo similar a la actualidad cuando se cumplen exactamente 20 años de la reconversión del Elche en S.A.D.

Sin embargo, y a pesar de las deudas que lastraba el futuro del conjunto franjiverde en la década de los 90, el club salió a flote gracias a una convocatoria pública que se realizó a la desesperada en el marco incomparable del Gran Teatro ilicitano. Fue en 1994 cuando apareció un mirlo blanco con una clara visión de futuro. Un empresario de moda y que amaba los colores del conjunto franjiverde, se trataba de Diego Quiles. Él sentó las bases del proyecto que arrancó años después.El futuro pasaba por transformar la entidad deportiva en una sociedad.

Dos décadas después, Quiles recuerda ese momento. «Era sabido que en ese momento el Elche arrastraba deudas y ésta era la única forma de salir hacia adelante. Era casi una obligación el reconvertir el club en una Sociedad Anónima Deportiva porque la mayoría de los clubes profesionales ya habían dado ese paso», asegura.

El objetivo se consiguió a base de tocar muchas puertas e implicar a muchos sectores de la ciudad. «Se consiguió pero con mucho sacrificio», explica el que fuera empresario de una de las marcas deportivas más importantes de España.

Diego Quiles también admite que la reconversión fue un trámite que contó con la aprobación de la mayoría. «La sociedad aceptó ese cambio, el problema fue que como era una novedad todos pensábamos que iba a tener otros efectos». Con ese paso que se dio el Elche logró capitalizar más de 468 millones de las antiguas pesetas, representado por más de 46.800 acciones de 10.000 pesetas de valor nominal cada una. En total se lograron suscribir a 1.207 accionistas quienes participaron en la elección del primer Consejo de Administración, datos que se hicieron públicos un 9 de abril de 1997.

Para el ilicitano, que fue presidente del Elche durante diez años, recuerda que el club «es de todos, aunque sea una sociedad el Elche es de la afición. Durante estos 20 años el club ha pasado por momentos difíciles, pero son situaciones que han vivido la mayoría de clubes de España» apostilla.

Una vez superada su etapa como mandatario franjiverde, considera que los tiempos cambian al igual que la forma de gestión la Sociedad Anónima Deportiva. «Quienes tienen déficit pueden recurrir a capital externo, que es una de las opciones que se tiene ahora para salvar los clubes. La entrada de este dinero fresco está causando importantes arreglos en determinados clubes», declara, en clara referencia a los grupos inversores.

Sobre el futuro de este club en 2017, Quiles reconoce que «es difícil vaticinar si el Elche caerá en manos de capital extranjero porque un día se habla de que estamos a punto de venderlo y otro que no es posible debido a que las empresas se han declinado por otros objetivos».

A pesar de todo, Quiles no tiene duda de que «el Elche es una perita en dulce por sus instalaciones, por su afición e historia».

20 años después, el Elche mantiene la incógnita sobre su futuro, con una deuda que le ahoga y con una viabilidad que depende de lo deportivo. Este Elche recuerda aquel que en 1997 necesitó de un líder para manejar el timón de un barco a la deriva y sin capitán. La diferencia es que en esta ocasión no habrá reconversión.