Quedan pocas fechas para que el entrenador del Elche, Vicente Mir, deshoje la margarita y diga qué jugadores sub23se quedarán en la disciplina del primer equipo ante el inminente inicio de Liga en Segunda División B. Liberto, Sory Kaba, Javi Llor y Primi parecen tener todas las papeletas para quedarse, pero todavía quedan muchas incógnitas por despejar. La cantera pide paso pero no hay sitio para todos.
Una historia que se repite a lo largo de los años en las oficinas del estadio Martínez Valero. Desde la etapa de Nino, justo hace 20 años (temporada 1997-1998) hasta la actualidad, pocos son los jugadores procedentes del fútbol base que se han consolidado en lo más alto de la entidad franjiverde.
Casos hay muchos, pero los más llamativos siguen en la mente de más de un aficionado. No queda en el olvido el valenciano Jorge Corella, un mediapunta que vino con el cartel de futbolista prometedor, pero que el técnico David Vidal no le dio el visto bueno. Estuvo con dinámica del primer equipo, pero a falta de dos años para terminar contrato se le buscó una salida forzada en 2007. Corella era una joven promesa que se quedó a mitad de camino y que no logró triunfar en el Elche por diferentes motivos.
Otro de ellos es Raúl Albentosa, central que estuvo desde juveniles con los ilicitanos. En la temporada 2007-2008 dio el salto al filial. El 15 de junio 2008 jugó sus primeros minutos con el equipo ante el Xerez, en el Martínez Valero. El central no tuvo continuidad y, posteriormente, acabó en Primera con el Eibar, Málaga y Deportivo de la Coruña.
Iván Martínez, más conocido como «Pachu», fue otra cara conocida de la entidad. Estuvo trece temporadas defendiendo los colores del Elche como capitán en sus categorías inferiores. En 2009 decidió marcharse hasta Noruega.
El central Josete es una excepción. En la temporada 2010-2011 tuvo que hacer las maletas tras su periplo en el filial. En el Alavés no le fueron mal las cosas y logró, años después, regresar al Elche en Segunda División. El descenso de categoría le obligó a marcharse nuevamente.
El ilicitano Sergi Guilló fue otro de los canteranos que pasó desapercibido cuando dejó de ser sub23. Completó tres pretemporadas con el primer equipo, sin embargo se marchó a fue a otros clubes. Ahora está cerca de jugar en un equipo de Italia.
Yeray Patiño y el Elche se desvincularon tras doce años en los que el jugador estuvo a un paso de alcanzar la gloria con el primer equipo. En la temporada 2013-2014 decidió marcharse del club de sus sueños.
Algo similar sucedió con el guardameta José Carlos. Tras cinco años en el filial y varias convocatorias y pretemporadas con el primer equipo, éste tampoco se quedó.
Por último, el caso más polémico fue con Nuha. A pesar de sus 21 goles en Liga y cuatro en promoción de ascenso, el futbolista se percató de que no triunfaría en el Elche cuando la secretaría técnica reforzó el filial, en el mercado de invierno de la temporada 2015-2016, con Sory, atacante de las mismas características que Nuha.
Estas y otras historias completan una larga lista de jugadores que se desvivieron por los colores franjiverdes. Que llegaron a tocar en numerosas ocasiones las puertas del Martínez Valero en busca de una oportunidad. A pesar de sus méritos y capacidad, el club les cerró la puerta de un portazo.
