“Mi cabeza se paró por completo el día de Oviedo”. Así de categórico se ha mostrado Sergio Pelegrín en la sala de Prensa del Martínez Valero durante su despedida como jugador franjiverde. “Físicamente estaba bien, pero mi cabeza se frenó y no quiso más. Lo he pasado mal y no me siento capaz de jugar en un estadio".

El futbolista catalán, muy emocionado, ha reconocido que “hace cuatro meses me comía el mundo y no me imaginaba que iba a estar aquí para despedirme”, pero el descenso a Segunda División B lo dejó muy tocado. Lamenta que en sus veinte años como profesional, el de su despedida, “haya sido el peor de todos”.

Pelegrín, que estuvo rodeado de amigos como Paulino Vázquez Edu Albacar, Acciari, Sancho, Jorge Pérez y Mantecón, además de su familia, ha reconocido que recibió la oferta de renovación del Elche CF pero "no me encontraba en las mejores condiciones psicológicas y quería esperar un tiempo antes de decidirme, pero el club tenía marcado su tiempo. Entiendo que tuviera prisas por fichar. En el fútbol, el tiempo es oro. Siempre dije que si no jugaba en el Elche me retiraría y aquí estoy aquí para anunciar oficialmente que abandono los terrenos de juego. Es una decisión difícil, por más que me pese, pero es la acertada para mí y para el club".

Pelegrín ha agradecido, por encima de todos, a equipos como Salamanca, Alavés y Alicante, que lo marcaron, y no ha dudado en afirmar que "lo que he vivido en Elche ha sido inmejorable. Me quedo con el ascenso de 2013, fue un año increíble en todos los aspectos. También cuando nos salvamos contra el Barcelona. Aquí cumplí un sueño, jugar en Primera División".

Pelegrín seguirá vinculado al fútbol como miembro del cuerpo técnico del Getafe de José Bordalás. "Mi ilusión es ser entrenador. No puedo especificar la labor, pero será una etapa ilusionante".

El acto terminó con una sonora ovación de todos los asistentes. Tan sólo estuvo como miembro del consejo César Nohales.