El técnico del Elche, Fran Escribá, a pesar del empate después de ir ganando 0-2, quiso quedarse con la parte «positiva» del encuentro como es que los ilicitanos mantienen los cuatro puntos de ventaja con el conjunto pucelano. «Siempre me gusta hacer una valoración positiva de los partidos. Cuando ganas 0-2 te queda esa amargura. Ya nos pasó en otros encuentros como frente al Sevilla, pero era un partido complicado y por el estado del terreno de juego todavía más. Se hizo todo lo que se pudo y hay que valorar el punto como bueno».

Escribá reconoció que había «sufrido» en la recta final del encuentro «pero no porque ellos apretaran, que apretaron, si no por las condiciones del campo y más con el juego directo que emplearon y con un delantero como Manucho, al que es muy difícil de defender. Conforme estaba el campo no pudimos hacer otro tipo de juego».

El entrenador del Elche comentó que «la única pega es que no podíamos conducir el balón y cuando teníamos la pelota, cuando íbamos por delante, no respirábamos, que era que hacía falta. Además tuvimos un par de ocasiones de Manu del Moral y otra de Fidel para marcar el 1-3, pero hay que aceptar lo que ha ocurrido».

Cuando se le preguntó a Escribá a quién le había perjudicado más el campo contestó: «a las dos», aunque matizó que «a pesar de que el Valladoli y Juan Ignacio siempre apuestan por el buen fútbol, si había un día en el que le podía beneficiar un terreno de juego así era hoy -por ayer- porque ellos tienen un jugador como Manucho, que es ideal para el juego directo, porque gana muchos balones divididos y permite muchas segundas jugadas. Nosotros no tenemos ese tipo de delanteros y en ese sentido nos hemos visto más perjudicados».

Y sobre la lesión de Carles Gil también se refirió el estado del campo. «Las lesiones siempre fastidias. Antes del partido y con la información que teníamos te llegas a plantear si era un encuentro para Carles. Pero en la banda por la que atacaba en el primer tiempo estaba mejor. Su aportación tampoco hubiera sido mucha».