Llegó, convenció y triunfo. Así de conciso, contundente y certero describió el periodista ilicitano Pepe Andreu, hace casi 43 años, el fichaje de Gómez Voglino (Argentina, 1947) por el Elche. No solo revolucionó la prensa nacional, sino a toda una ciudad, dos continentes y al fútbol español.

Estuvo cinco temporadas y debutó un 15 de septiembre de 1974, en Altabix, ante el Atlético de Madrid donde selló el gol del triunfo en una falta en la que Luis Aragonés y Reina no vieron pasar el esférico (la imagen de la derecha a esta noticia corresponde a esa jugada). Se coló como un obús hasta el fondo de las mallas. En declaraciones a este medio, dos días después de enfundarse por primera vez la elástica franjiverde, dijo sobre su estreno goleador ante los colchoneros, que «cuando el balón salió de la bota estaba seguro que iba a hacer diana. Lancé la falta con mucha intención y casi a ras de suelo. El portero apenas pudo intervenir», aseveró.

Esta fue una de las muchas hazañas que este futbolista llegó a materializar ante sus adversarios con la camiseta del Elche. Jugó 152 partidos de Liga, 19 en Copa del Rey y marcó un total de 53 dianas.

Su llegada fue muy sonada porque por cada una de las cinco temporadas percibió 800.000 de las antiguas pesetas. «Vine con una gran expectativa ya que se trataba de la Liga más importante de Europa en ese momento y porque los rivales disponían de figuras del Mundial de Alemania 1974», recuerda el delantero argentinodesde su exilio en Bogotá.

El desembarco de Voglino y de sus otros dos compañeros, que se cruzaron en la operación del técnico franjiverde, Néstor Rossi, como fueron Rubén Cano y Cortés, no fue fácil. Tanto el club de procedencia como la propia Federación Argentina no querían desprenderse de sus tres joyas, todos ellos menores de 26 años. Voglino venía de marcar 30 goles en su anterior etapa en el Atlanta lo que les supuso ganar dos títulos. El club ilicitano pretendía llevarse lo mejor de ese país y sabía que no podía escatimar a la hora de invertir a pesar de las trabas que llegaban desde el país latino.

El Elche buscaba sellar una de sus mejores plantillas en una competición plagada de figuras internacionales, como Cruyff y Neeskens. Para el ariete franjiverde «el Elche contrató a tres buenos jugadores, que con sus actuaciones justificaron el valor de sus fichajes», asegura.

En la temporada 1974-75 tuvo de compañeros a Indio, González, Emilio Esteban, Montero, Canós, Llompart, Escobar, Jaime Cano, Rubén Cano y Alfonseda. El conjunto ilicitano acabó en una meritoria octava posición. Voglino quedó como sexto máximo goleador de Primera División con 14 dianas por detrás de figuras como Santillana o Eulogio Gárate, entre otros ilustes del balompié nacional.

Máximo goleador

En sus dos primeras campañas se convirtió en el máximo goleador del equipo aunque en la segunda de ellas, en la temporada 1975-76, destacó «la angustia de luchar por no descender hasta la última jornada». Aquí el equipo estuvo al filo de la navaja y se salvó del descenso por un punto.

Sin embargo, el delantero prefiere recordar los buenos momentos casi medio siglo después y que «por suerte fueron muchos, entre los que más recuerdo está el gol de mi debut ante el Atlético de Madrid, mi primer partido en el Bernabéu y la inauguración del Nuevo Estadio».

La trayectoria del argentino vino por fases. En la su tercera etapa, campaña 1976-77, coincidió con Melenchón, Dominich, Indio, Trobbiani, Montero, Serra, Félix, Finarolli, Esteban y Cristo «y se destacó por el buen futbol mostrado a lo largo de toda la temporada», añade. Los registros de los ilicitanos fueron mejores y acabaron undécimos con un Mario Finarolli que se coló en la lista de los máximos realizados con 16 goles. Y en la cuarta temporada, la 1977-78, se vivieron momentos de mayor incertidumbre para el club debido «a que se culminó con el descenso a Segunda» con una plantilla en la que figuraban Gilberto, Emilio Esteban, Casuco, Trobbiani, Montero, Benítez, Campello, Félix o Sitjá.

El Elche acabó penúltimo con los mismos puntos que el Hércules, Betis y el Español, pero con una diferencia en los registros significativa. En la quinta trató de adaptarse a «otro fútbol» sin lograr en definitiva el ascenso a Primera en la temporada 1978-79.

A mitad de la temporada 1979-80 Gómez Voglino decidió poner punto y final a su etapa como jugador del Elche y volvió a América, para fichar por el equipo colombiano Millonarios de Bogotá.

Voglino fue de aquellos jugadores que tuvieron la suerte de golpear el balón en el mítico campo de Altabix y en el Nuevo Estadio, marcó uno de los tres primeros goles del Elche en el nuevo coliseo franjiverde, inauguración que fue el 8 de septiembre de 1976, entre el Elche y la Selección de México con resultado final de empate a tres. También fue el autor del gol número 500 como franjiverde en Primera División, que lo consiguió en el estadio Benito Villamarín frente al Real Betis, y puede presumir de marcar en Mestalla, Calderón y Camp Nou.

Finalmente se marchó, pero dejó una huella imborrable. Asegura que lo más grande del club «es la afición, siempre nos acompañó tanto en los buenos como en los peores momentos, tanto en Altabix como en el Nuevo Estadio y, además, en los viajes siempre estuvimos arropados por las peñas que nos hacían sentir su aliento».

Al delantero argentino aún se le recuerda como una de sus leyendas. Después de muchos años después, pasa página, sigue el fútbol detrás de la barrera y su único deseo es la de formar a chavales de una escuela en Bogotá.

Y como era de esperar, esta historia termina como empieza, ya que a Voglino se le recuerda por: llegar, convencer y triunfar.