Ayer se produjo en València la primera toma de contacto entre el Elche y la Agencia Tributaria para intentar modificar el preacuerdo que alcanzaron ambas partes en el mes de abril y que, tras el descenso a Segunda División B, resulta complicado que el club ilicitano pueda cumplir.
Según fuentes de la entidad franjiverde, las conversaciones se han iniciado por el buen camino y hay predisposición para llegar a un consenso y también señalaron que la reunión se produjo en un buen clima de entendimiento.
De todas formas, el posible acuerdo es algo que se debe ir cociendo a fuego lento y que va a necesitar, como mínimo un mes, para que las dos partes den el visto bueno.
Hacienda sabe que necesita cobrar y no lo va a poner fácil, pero, al mismo tiempo, es consciente de que una posible liquidación del Elche como sociedad anónima deportiva le puede dejar sin recibir un duro.
Por ello, está dispuesta a flexibilizar los parámetros iniciales, aunque el club ilicitano también debe demostrar compromisos de pagos.
La entidad franjiverde asegura que el posible aval de la deuda no va a ser algo indispensable.