Sergio Pelegrín, capitán del Elche, se va a tomar unos días antes de decidir su futuro. Entiende que el final de competición “ha sido traumático”, con el descenso del club a Segunda División B, y prefiere que “las heridas cicatricen antes de pensar en el futuro”, aunque ha señalado que no le importaría seguir en el Elche. “Ahora es cuestión de esperar y vamos a ver lo que decidimos en los próximos días”, insiste el capitán franjiverde.

Personalmente, el central catalán, reconoce que lo “estoy pasando muy mal” porque después de vivir el ascenso con el Alavés “regrese a casa ilusionado y con ganas de darle otra alegría a la afición franjiverde. Le está tocando vivir la otra cara del fútbol. “Llevaba cuatro años de éxitos, tras dos ascensos con Elche y Alavés y las dos permanencias en Primera. La ilusión estaba por las nubes, pero en el fútbol no siempre puedes ganar. Ahora toca levantarse, porque la historia continúa y el Elche debe volver lo antes posible a la categoría perdida. Nadie esperaba este descenso, pero nuestros últimos dos meses fueron muy malos y no supimos frenar la caída a pesar de que la plantilla lo intentó”.