Un grupo de aficionados del Elche increparon ayer a varios jugadores durante el entrenamiento realizado por el equipo ilicitano, recientemente descendido a Segunda B, en el campo anexo al estadio Martínez Valero. El centrocampista Mandi se encaró con ellos inicialmente, aunque, seguidamente, una vez finalizada la sesión, se acercó a hablar con los aficionados para informarles que el descenso no ha sido solo culpa de los jugadores, ya que en su opinión «se han hecho muchas cosas mal». «¿De verdad creéis que los jugadores quieren bajar a Segunda B?», preguntó el futbolista a los aficionados, quienes en un tono más distendido transmitieron al jugador su desencanto por el descenso. El capitán Pelegrín también apareció en plan conciliador.

De cara al sábado, en ese ambiente de desencanto por el descenso, las peñas no federadas tienen previsto movilizarse el sábado con motivo del partido Elche-Oviedo que dará comienzo a las 20.30 horas en el Martínez Valero.

Dos horas antes, sobre las 18.30, se recibirá de manera pacífica a los jugadores. Cuando los futbolistas salten al campo se pide que todos los aficionados se pongan de espaldas. Se sugiere que todos los seguidores acudan al campo con una camiseta oscura, en señal de luto. En el minuto 12, se pedirá a los aficionados que abandonen el campo por los vomitorios durante cinco minutos para dejar las gradas vacías. En el minuto 17, se regresará al grito de «directiva dimisión».

Por su parte, la Federación de Peñas ha hecho un comunicado en el que hacen una llamada a «la hastiada» afición franjiverde para que acuda el sábado al campo «para expresar a los culpables el descontento con la situación actual, siempre y cuando sea sin violencia».